jueves, 6 de marzo de 2008

A dos de tres

Marisa Pineda

En la década de los 80 irrumpió en la televisión MTV, un canal que cambió la forma de ofrecer la música.
La llegada de MTV sacudió de forma tal la modorra en la programación que en Estados Unidos hubo movimientos que pugnaron porque fuera retirado o de plano desapareciera, pues los jóvenes preferían pasar las horas ante el televisor que ir a la escuela. En México, al canal lo trajo la televisión por cable, me atreveré a decir que su presencia en la oferta de entretenimiento contribuyó a catapultar la lista de suscriptores a la televisión de paga.
Y no es que los programas musicales no existieran en nuestro país, ya por las pantallas habían pasado Sábados a Go-Go, Fiebre del Sábado y el entrañable Siempre en Domingo seguía vigente. Lo que ocurría en los 80, era que a partir de MTV la música se podía ver.
Con ello el videoclip se convirtió en palabra de uso común, hasta transformarse y quedar con apócope de video.
Las pantallas de televisión fueron el lugar común para que incipientes cineastas desplegaran su talento. Muchos de los grandes directores, mexicanos y extranjeros, que hoy en día marcan la pauta en el quehacer cinematográfico, tuvieron sus inicios haciendo videos. Hechando a perder se aprende.
Una vez que el ojo se acostumbró a los videoclips, vino el ánalisis y el descubrimiento de la repetición de estereotipos para apantallar al televidente.
Pasado el deslumbramiento, muchos de los videos que antes nos hacían dejar todo por tal de estar frente a a tele ya no se veían igual, el embelesamiento inicial había dado paso a la sonora carcajada.
Habíamos encontrado que los videos de estrellas del rock y pop contenían, de a fuerzas: rubias buenotas, carros de lujo, enanos, estrellas porno vestidas de maestras, agua, fuego, viento y una lista como de veinte elementos más.
Los artistas gruperos no se quedaron atrás en el afán de ponerle imágenes a la música, y al igual que los rockeros pronto tuvieron sus canales exclusivos.
Un fin de semana totalmente ocioso, en el que un gripón acompañado de una tos espantosa obligó a la de la letra a quedarse en su casa, dio como resultado que esta servidora se entretuviera con horas y horas de videos gruperos, descubriendo como ellos también tienen sus clichés.
Para empezar, dejemos en claro que por video grupero se entenderá aquel en el cual aparecen grupos y/o solistas de pasito duranguense, banda tradicional, norteño, norteño con banda, así como toda aquella canción interpretada por alguien cuyo apelativo artístico es resultado de tomar el nombre de algún animalito y sumarle la terminación de Sinaloa, del Norte o de la Sierra; o bien por grupos de parientes: primos, nietos, compadres, tíos, cuñados, similares y conexos.
Pues ahí tiene que para que el video en cuestión tenga caché, debe incluir en sus escenas:
El helicóptero. Sobrevolando, atrás del grupo como esperando para recogerlo y trasladarlos me supongo que a un concierto, arriba de un techo, en un hangar, pero lo de hoy es tener un helicóptero en el video. Es de destacar que en algunas producciones echaron la casa por la ventana porque aparecen no uno, sino varios helicópteros y hasta avionetas. Si hasta en los videos hay clases.
Otro elemento es la playa; pero no cualquier playa, tiene que ser una playa con rocas. Este recurso parece ser el predilecto de los videos de amor mal correspondido. La pareja bien feliz, luego la traición y de ahí a llorar las penas a la playa, pero con rocas si no, no vale.
Esta también: la mansión. Una casototota que sería la delicia de cualquier jeque árabe. En lo que transcurre la canción la cámara pasa por la sala, el salón de juegos y se queda en…la cocina. Sí, una vez que nos mostraron la enooorme residencia, resultó que la acción transcurrirá en la cocina. Vaya usted a saber, igual son cuestiones del dueño de la casa.
En las mansiones podríamos decir que hay una especie de subcliché: el jardín. ¡Ah! Porque hay videos que transcurren en el interior, pero hay otros en los que la acción es únicamente afuera, para ser precisos en el jardín. Cabe aclarar que para que el jardín sea digno de salir en el video debe tener fuente, alberca y palapa. La fuente tiene que estar funcionando; la palapa debe estar sola, de mero adorno, y en la alberca debe haber una muchacha en bikini, lo amerite la historia o no. Si el presupuesto alcanza se contratan dos que tres modelos; si no le alcanza parece que se le pide a alguna amiga de buen ver que haga la caridad de presentarse a la grabación, o de plano se le engatusa con aquello de “vas a salir en la tele, en todas partes te van a reconocer, a lo mejor te contratan para más videos, hasta autógrafos te van a pedir”.
Quedan muchos más clichés, pero el espacio se agota y el jefe esta apurando con que entregue ya el texto. En la próxima semana seguiremos con esto de los videos, en vía de mientras va el deseo de que tenga una excelente semana, y el agradecimiento por el favor de leernos y con ello hacer que esto valga la pena.
Recados, recordatorios, comentarios, sugerencias, mentadas y hasta felicitaciones se reciben en el correo adosdetres@hotmail.com