lunes, 28 de marzo de 2011

A dos de tres

Marisa Pineda

Hoy A dos de tres se pone ruda. Suena el campanazo y sin más ni más le pregunta: ¿sabe qué hacer si le toca estar en medio de una balacera?

“Grupo armado ataca domicilio y siembra pánico entre los vecinos” “Persiguen y asesinan de carro a carro a dos en céntrico crucero. Caos en automovilistas” “Balacera cerca de escuelas provoca pánico en alumnos y padres de familia” “Frente a los comensales acribillan a cuatro en un concurrido restaurante” “Ante decenas de personas balacean a dos en el estacionamiento de un antro”: son encabezados de noticias cada vez más frecuentes.

En Sinaloa, la Procuraduría General de Justicia del Estado reportaba 413 homicidios dolosos ocurridos del primero de enero al 21 de marzo de 2011. De ellos, 375 -el 91 por ciento- eran crímenes cometidos por el crimen organizado. Los criterios que la Procuraduría tomó en cuenta para el análisis que dio esa relación son: que las víctimas fueron privadas de su libertad o perseguidas antes de su muerte, que en su muerte se emplearon armas de fuego, que algunos de los asesinados fueron desmembrados y/o les colocaron mensajes póstumos relacionados con las causas de su muerte.

En A dos de tres no queremos olvidarnos que detrás de cada uno de esos números hay historias. Historias de madres, de hijos, de viudas, de hermanos, de amigos. Aquí no vamos a satanizar o a canonizar a éstos o a aquellos, sobra quien lo haga. Nosotros vamos a referirnos a los otros, a los que no aparecen en las estadísticas oficiales, a los que ni la deben ni la temen, a los que iban pasando. Los que estaban en el lugar equivocado, en el momento equivocado, junto a la persona equivocada y viven para contarla. Los que tienen que lidiar con el estrés postraumático de haber estado ahí, sin que nadie les hubiera dicho qué hacer si algo así les ocurría.

Dicen los del Departamento de Investigaciones de A dos de tres que la Dirección de Protección Civil de Monterrey y la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Civil de Guerrero han emitido guías sobre qué hacer en una balacera. A su vez la Secretaría de Educación Pública y la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Civil publicaron el “Manual y Protocolo de Seguridad Escolar” que se distribuye de manera gratuita, como libro de texto, en las escuelas del norte del país. Además, han empezado a hacer simulacros para verificar tal enseñanza.

Como sabe, la premisa de A dos de tres es “el saber no ocupa lugar” y aquí va lo que los del Departamento de Investigaciones sacaron de esos documentos:

Si le toca balacera cuando está en su casa: Lo primero es tirarse al suelo, pecho a tierra. Aléjese de las ventanas que dan a la calle y de las puertas (el mitote debe esperar). Resguárdese en un lugar seguro como el closet, el baño o cualquier habitación sin ventanas o con ventanas chicas. Si hay niños con usted es importante asegurarlos primero, los plebes desconocen la magnitud de un enfrentamiento y hay que llevarlos por delante a los lugares más seguros en la vivienda. Los adultos deberán esperar a que se tranquilice la situación para salir (si va a rezar hágalo lo más tranquilo que pueda. Evite las groserías a gritos. No asuste más a los niños). Cuando lleguen las autoridades para verificar que el peligro terminó siga las indicaciones de los oficiales de policía (por favor haga caso, no se ponga al tú por tú con que “no hacen nada”, “ya no puede estar uno ni en su casa”. No es momento, primero esta su seguridad y ya luego, cuando todo haya pasado, entonces sí despotrique todo lo que quiera).

Si le toca balacera en la calle o en un sitio público: Tírese al suelo. Busque refugio en una pared o un vehículo y colóquese de forma horizontal. Si está en una banqueta la misma posición con los brazos cubriendo la cabeza. Si va manejando, detenga el auto y ponga su pecho al piso del automóvil. Si está con niños protéjalos primero, tírelos al suelo y si le es posible cúbralos con su cuerpo mientras busca un lugar seguro, arrastrándose o caminando en cuclillas ya que las balas por lo general aciertan en un cuerpo de la cintura para arriba.

En caso de estar cerca del lugar del tiroteo, retírese con precaución a pie o en vehículo según sea el caso (de nuevo, deje el chisme para después. Nada de agarrar el celular y meterse al Feisbuc o a Tuiter para poner “oooey, estoy en medio de una balacera OMG”. No arriesgue su vida por frivolidades). Dependiendo de la proximidad del lugar de los balazos, trate de apartarse del auto ya que se corre el riesgo de ser confundido tanto por los delincuentes como por los policías, dependiendo del modelo que conduce (cuántas veces hemos escuchado “es que lo confundieron”).

Atienda las instrucciones de las autoridades. Al momento de que se le ordene huir del lugar para ponerse a salvo, no se detenga por los objetos de valor o personales. Nada vale más que su vida y la de sus seres queridos (carro, bolsa, el oso de peluche y la flor ya seca que le regaló el pretendiente ahí luego, cuando pase todo, podrá volver por ellos).

En caso de que la balacera ocurra cerca del domicilio de algún familiar o amigo lo mejor es no acercarse al lugar para evitar aglomeraciones y riesgos innecesarios (no vaya de metiche). Mejor trate de hablar por teléfono a casa o al celular a las personas que estén en riesgo de pasar por ahí para alertarlas.

Si la balacera es en una escuela: Lo primero es tirarse al suelo y a rastras buscar un lugar seguro. Permanezca lejos de las ventanas que dan a la calle (por una vez en su vida háganle caso al profe. Si les dice que se echen al suelo y no se asomen háganle caso. De nuevo, no agarren el celular para hablarle a sus cuates “oooey, hay balacera en la escuela oey, bien fregón”) Los profesores deben dar el ejemplo a los niños y verificar que todos estén pecho tierra (no pegue carrera dejando al plebero a la buena de Dios). Debe esperar a que se tranquilice la situación y a que lleguen las autoridades para verificar que el peligro terminó. Sólo entonces y hasta entonces podrán salir.

¿Sabe qué hacer en caso de una balacera? si de algo le sirve, puede recortar este A dos de tres y pegarlo en algún sitio donde pueda tenerlo presente. El saber no ocupa lugar y no vaya siendo que en una de esas le toque estar en el lugar equivocado, en el momento equivocado, junto a la persona equivocada.

Muchas gracias por leer éstas líneas y hacer que esto valga la pena. Ya sabe, comentarios, sugerencias, invitaciones, mentadas y hasta felicitaciones por favor en adosdetres@hotmail.com

Que tenga una semana libre de rudezas innecesarias.