lunes, 5 de marzo de 2012

Gaspar, Tobías y el sacrificio humanitario


Marisa Pineda

Gaspar es joven, su mirada tristona mueve a la simpatía y su cuerpo refleja que la vida no ha sido amable con él. Tobías es un galán de barrio, aunque viejo está bien conservado y goza de cabal salud. Gaspar y Tobías son de los tantos perros rescatados por Grupo Laika. De no ser por sus voluntarias, Gaspar hubiera muerto de hambre y Tobías aplastado por algún vehículo en el distribuidor vial. La libraron, pero ahora Gaspar, Tobías y todos los perros y gatos de Sinaloa están en riesgo de convertirse en historia de aprobarse, tal cual está, la iniciativa de Ley de Protección a los Animales, que contempla el “sacrificio humanitario” de ambos.

Por esos vaivenes de la vida esta su amiga fue a dar a Grupo Laika, en calidad de hogar temporal para perros. Y llegó Gaspar. En sus facciones se percibía que alguno de sus antepasados fue french poodle, o intento de esa raza. Era un costal de huesos forrados con piel y el cuerpo marcado por una perra vida. Eso sí, Gaspar llegó bien acicalado y luciendo un vistoso corbatín verde, cortesía de la veterinaria a donde lo llevaron las chicas de Laika, tras rescatarlo.

En pocos días Gaspar se ganó el corazón de la familia. Fuimos testigos de cómo aprendió a perder el miedo a los humanos, a comer con tranquilidad, a echarse sin tener siempre una ruta de escape y a dormir cerrando los dos ojos (al principio sólo cerraba uno), eso fue lo que más tiempo le llevó. Gaspar jamás atentó contra los muebles y sus necesidades siempre las hizo donde se le indicó, parecía que había llegado entrenado. Un sábado, Grupo Laika nos informó que una familia se había interesado en adoptarlo y en unas horas pasarían por él. Lloramos con moco de burbuja incluido. Lo que nos conforta es saber que está protegido. Aún así, seguimos extrañándolo.

A diferencia de Gaspar, a quienes las chicas de Laika le llamaron así al encontrarlo el 6 de enero, Tobías llegó a casa sin nombre. Lo rescataron en un puente al norte de la ciudad. Aquí se le puso Tobías. Es un chihuahueño con mucho porte y actitud. Llegó en espera de que lo reclamaran, pues su físico denota que tuvo familia. Nadie lo procuró y es posible que lo abandonaran porque envejeció.

Los años no han mermado a Tobías, que mantiene la pinta de galán de barrio y actualmente está en franca recuperación de la esterilización que se le practicó antes de entregarlo a su nueva familia. Lo esterilizaron como a todos los perros y gatos que rescatan tanto Grupo Laika como Fundación Huellitas, cuyas voluntarias dan ejemplo de lo que es una solución decente y efectiva a la sobrepoblación de perros y gatos en las calles.

Laika y Fundación Huellitas, como otros grupos, promueven la esterilización porque está comprobado que es la solución a la sobrepoblación de perros y gatos. Esterilización, no el “sacrificio humanitario” que propone la iniciativa de Ley de Protección Animal de Sinaloa para todo aquel perro o gato que vaya a dar a los Centros de Bienestar Animal. Esterilización, no los cinco días para adoptarlo, reclamarlo o sacrificarlo.

De aprobarse la iniciativa, tal cual está, todo perro o gato en la vía pública estará en riesgo de que la “voladora” lo pepene y vaya a dar al antirrábico. Una vez ahí, sólo tendrá cinco días antes de que lo electrocuten sin importar si está sano o enfermo, si tiene pedigrí o si está entrenado para rescate, guía, detección de drogas o para comer las croquetas con cuchillo y tenedor. 

Sólo cinco días para que el dueño lo reclame o alguien lo adopte; de ser así, para poder llevarse al animal habrá que pagar al Gobierno los gastos que este ocasionó (transporte, perrera, comida, etcétera). Caso contrario, el susodicho animalito será electrocutado. Adiós.

Visto así, uno descubre que Centro de Bienestar Animal es un eufemismo para decir rastro, y que  matar perros y gatos sanos tiene más de sacrificio que de humanitario. Además está ese otro asunto, el del dinero ¿Qué es más sustentable financieramente? ¿Abrir antirrábicos o promover campañas masivas de esterilización, gratuitas o a bajo costo? 

Organizaciones protectoras de animales en otras entidades han hecho eco a los grupos sinaloenses. La Alianza por el Bienestar de los Animales de México, A.C. emitió una carta pública donde expone que la solución a la sobrepoblación de perros y gatos está en la esterilización, no en el exterminio. Esto en base a recomendaciones de la propia Organización Mundial de la Salud, así como en la experiencia de Toluca y Oaxaca donde la sobrepoblación se ha controlado efectivamente mediante la esterilización.

La moneda está en el aire. En A dos de tres deseamos que los legisladores reconsideren y no hagan válido aquello de que “La prueba de que el hombre es la más noble de todas las criaturas es que ninguna otra lo ha negado jamás”.

Por cierto, “Mani” busca hogar definitivo. Es un perro que en la última manifestación en el Congreso del Estado, buscó refugio en los manifestantes, quienes lo arroparon y ahora está en espera de que lo adopten. Su nombre es porque lo rescataron en la mani-festación.

Muchas gracias por leer éstas líneas y con ello hacer que esto valga la pena. Comentarios, sugerencias, invitaciones, mentadas y hasta felicitaciones por favor en adosdetres@hotmail.com En Twitter estamos en @MarisaPineda

Que tenga una semana bien perrona.

(PD: Don Autoridad ¿Cuántos inocentes cayeron esta semana a manos de la delincuencia organizada? ¿Hubo ya justicia para alguno de ellos? Más allá de la Justicia Divina. Si espera que el tiempo termine de sepultarlos, se equivoca: no se nos olvida.)