viernes, 12 de agosto de 2011


A dos de tres

Marisa Pineda

Quisiera decirles que el recreo que se tomó A dos de tres obedece a que andaba en algún crucero de lujo o conociendo alguna lejana cultura, pero no. La razón es bien ordinaria: me puse a reacomodar la casa y sobreestimé la labor. Vi los espacios, chico se me hizo el mar para echarme un buche de agua, dije “esto acá, eso allá, eso se va y listo”. Triste mi caso. Poco más de dos semanas después, el cuerpo todo magullado, con moretones hechos quién sabe cómo o con qué, cerca de diez bolsas megajumbo de basura después.  Estamos de regreso.

Para muchos la temporada vacacional es la oportunidad para remodelar o hacer mejoras a la casa o a sus negocios. Para la de la letra fue lo primero. Necesitaba un mayor espacio para instalar el taller (comercial aparte esta su amiga se dedica a hacer y vender joyería artesanal) y haciendo pleno uso de la arbitrariedad, procedí al desalojo y reacomodo de los espacios de la casa, ocupantes incluidos.  En el pecado llevé la penitencia. 

Quizás le tocó conocer unos rompecabezas consistentes en un cuadrito con números y un espacio en blanco, cuyo reto era acomodar los números en los órdenes indicados al reverso del cuadro, la dificultad radicaba en que para mover una pieza era menester revolver todas las demás. Haga Usted de cuenta la casa de la de la letra. Movía una lámpara en una recámara y como efecto mariposa se volvía imprescindible desplazar  un librero y un sillón de la sala. Abría un closet, sacaba una prenda y ello repercutía hasta en la cocina, ¿qué relación había en ello? Misterios del movimiento.

Cuando menos imaginé la casa de esta su amiga parecía que la habían cateado. Todo estaba regado, revuelto, peor que cuando recién me mudé. Por qué, si en todos los programas de decoración esos asuntos se resuelven en dos días editados en 60 minutos (comerciales incluidos),  acá ya llevábamos siete días completitos y el único avance que se veía era la creciente pila de bolsas de basura.

Y con cada bolsa se repetía la pregunta, aún hoy sin respuesta, ¿en qué momento guardé todo esto? Y, más interesante aún, ¿en dónde estaba almacenado? Si Usted se ha embarcado en la aventura de escombrar su casa estoy segura que se habrá hecho los mismos cuestionamientos y me entenderá.

En sendas bolsas estaba la ropa que permaneció guardada “para cuando me vuelva a quedar” y aquella otra que se compró como incentivo para seguir la dieta. Esas piezas que uno se encontró con descuento y, si bien no lograba que subieran más allá de las rodillas, las adquirió para contemplarlas día con día y con ello motivarse para seguir el régimen alimenticio a pie juntillas. Finalmente uno no bajó lo suficiente y el trapo ahí quedó, refundido en alguna parte del armario, escondido para que no recordara el estrepitoso fracaso en la lucha con la báscula.

Al momento de hacer la limpieza es cuando se toma plena conciencia de que es mayor la cantidad de ropa que no le queda que la llamada “para el diario”, y en medio del caos descubre que tiene ahora un nuevo pretexto para resurtir el guardarropa que quedó bastante mermado.

En la depuración está también el apartado de los cosméticos, cremas y artículos de cuidado personal que así como se compraron se guardaron. Se redescubren y con ello se recuerdan todos los beneficios que ofrecían y llevaron a adquirirlos. Justo en eso, abre el envase y descubre que huele mal. “Aroma frutal” sí, pero fermentada. La fecha de caducidad lo confirma: marzo del 2009 y estamos en agosto del 2011.

Similar asunto ocurre al llegar al gabinete de los medicamentos, luego de confirmar las fechas de vencimiento el botiquín se queda con un paquete de gasas y los residuos del jarabe para la tos que no se terminó en el último resfrío, ocurrido a principios de este año.

Ese fue el proceso al cual esta su amiga se aplicó en las últimas semanas de su vida. Al final y gracias al apoyo de todo el equipo de A dos de tres logramos darle orden al caos domiciliario y logramos pasar del “por dónde empezamos” al “ya terminamos” con una sonrisa.

Estamos de vuelta.

Muchas gracias por sus mensajes, por interesarse en este espacio y con ello hacer que esto valga la pena. Ya sabe, comentarios, sugerencias, invitaciones, mentadas y hasta felicitaciones por favor en adosdetres@hotmail.com

Que tenga una semana de cambios favorables.

(Señor Don Autoridad ¿todavía nada? ¿Cuántos inocentes han caído en estas semanas a manos del crimen organizado? ¿Hubo ya justicia para cuando menos uno de ellos? más allá de la Justicia Divina. Si apuesta a que el olvido termine de sepultarlos, error, como ve: No se nos olvida.)