martes, 3 de febrero de 2009

A dos de tres

Marisa Pineda

El mafioso más popular de todos los tiempos, Al Capone, inspiró a Chester Gould para crear Dick Tracy, la primera historieta policiaca, publicada en 1931. En las páginas del comic, el policía Dick Tracy libraba una ardua lucha contra el hampa. En las páginas de los diarios norteamericanos de la época, los sangrientos combates entre gangsters desdibujaban la línea entre la realidad y la fantasía. Setenta y ocho años después, en México, la Secretaría de la Defensa Nacional edita “El pelotón en la lucha contra el narcotráfico” y “La misión del pelotón”, dos comics para reforzar conceptos entre la tropa que lucha contra el crimen organizado. ¿Entendiste o te lo te pongo con monitos?

El Departamento de Estudios de la Comunicación de A dos de tres explica que la historieta es una forma de narración a base de imagen y lenguaje. Según especialistas, como Umberto Eco, la historieta es un producto cultural, que funciona según la mecánica de la persuasión oculta. Los comics actúan como refuerzo de los mitos y los valores vigentes.

Si bien el comic surge como opción de entretenimiento y diversión, cada vez tiene más presencia en otros campos, como el proselitismo y la instrucción. La historia contemporánea nos ha legado los comics del priísta Francisco Labastida, cuando candidato a la Presidencia de la República en el año 2000; del panista Vicente Fox, como Presidente de la República en el 2000; y del perredista Andrés Manuel López Obrador, en el 2004 entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal y protagonista de “Las fuerzas oscuras contra Andrés Manuel López Obrador”.

En el campo de la instrucción, el sector salud ha echado mano del comic para numerosas campañas de orientación y prevención de enfermedades y adicciones. Ahora, la Secretaría de la Defensa Nacional se suma a este rubro -el de la instrucción- con “La misión del pelotón” y “El pelotón en la lucha contra el narcotráfico”, publicados en la Revista del Ejército y Fuerza Aérea.

En el mundo del comic a Dick Tracy le han llegado refuerzos de muchas partes. En 1999, la editorial española Norma publicó “El colmillo de la serpiente”, historieta que gira en torno a Esther, la nueva Miss América del Norte, de profesión policía. Esther tiene un hermano, Félix, tipo común y corriente que un día desaparece. En la búsqueda de su carnal, las pistas llevan a Esther al cartel del narcotraficante Faustino O’Hara, a donde va a dar con todo y título de belleza. También de Norma Editorial son “Cuervos” y “Down”. En “Cuervos”, ambientada en la ciudad de Medellín, Colombia, el narcotráfico, la corrupción, los encuentros sangrientos entre delincuentes y policías están presentes en cada número. “Down” presenta las aventuras de Deanna Ransome, curvilínea agente que se infiltra en una red de narcotraficantes para desarticularla. Como ve Dick Tracy no está solo.

En México, el narcotráfico ha permeado usos y costumbres, entre tantas muchas cosas, el modo de informar no es la excepción, por el contrario, parece que en ese rubro el crimen marca la pauta. En 1989, a la altura del rancho Santa Elena, en Tamaulipas, la policía hizo el alto a un conductor en una revisión de rutina. En la camioneta que manejaba se encontraron restos de mariguana y una pistola calibre 38. El detenido confesó pertenecer a una secta de magia negra, practicante de sacrificios humanos y dedicada al tráfico de mariguana a Estados Unidos. Cuando la policía entró al rancho encontró una fosa común con los restos descuartizados de por lo menos doce personas. Sangre y partes del cuerpo de las víctimas habían servido de alimento de poder para los miembros de la secta, los huesos de amuleto. Casi un mes después del descubrimiento, las autoridades dieron con Adolfo de Jesús Constanzo, líder de la secta, y quince seguidores. Los localizaron en Monterrey, Nuevo León. Fieles a su promesa, al verse rodeados por la policía un seguidor acribilló a Constanzo, luego se mataron entre ellos. Al final, la policía detuvo a los tres únicos sobrevivientes; dentro de ellos Sara Aldrete Villarreal, entonces de 24 años y novia de Constanzo, cuya historia inspiró la película Perdita Durango, y quien narró como sacrificaban a las víctimas.

Ese fue el primer caso en que la de la letra recuerda se haya usado el prefijo narco. En todos los medios de comunicación se trató el caso los narcosatánicos. La fosa fue la narcofosa, los huesos de amuleto fueron los narcoamuletos, el rancho fue el narcorancho y etcétera. De entonces a la fecha, el prefijo se ha empleado en cuanta cosa se le ocurra: narcovivienda, narcocolegio, narcomóvil y sigue hasta llegar al absurdo.

Con tal bombardeo mediático raro sería que el tema del narcotráfico no estuviera también en el comic mexicano. En el 2007, el colectivo 656 Comics, de Ciudad Juárez, Chihuahua (cuna del Cártel de Juárez) publica “Las chicas clave” historieta no apta para niños en que un comando de sexy agentes, armadas hasta las bubis, dan la batalla al crimen organizado. En Culiacán, donde la referencia al narcotráfico se encuentra hasta en la gastronomía, “La familia Buchón” y las aventuras de “El Ñacas y El Tacuache” se pueden seguir en La Locha, la revista de los moneros sinaloenses.

Si Usted es de los que pa’ arriba voltea muy poco o si es de los que pa’ abajo no saben mirar no hay problema, en las paredes y en el suelo del centro de Culiacán va a encontrar imágenes y frases en referencia al tema del narcotráfico. La imagen de Jesús Malverde y del finado compa Chalino (Sánchez. Cantante acribillado); las trocas de lujo, las armas y la frase “pacas de a kilo”, son parte de lo que plaquea Watchavato, artista del esténcil, la calca y el cartel (que no del cártel), cuyo nombre artístico, por cierto, aparece ya para casi una decena de marcas como Vans, Nike y Red Bull.

A todos ellos se suman ahora “La misión del pelotón” y “El pelotón en la lucha contra el narcotráfico”, los primeros comics que publican las fuerzas armadas de nuestro país. El primero partió de los cursos de adiestramiento del Ejército Mexicano, en base a un ejercicio efectuado en el Centro de Adiestramiento Regional de la Sexta Región Militar, con sede en La Boticaria, Veracruz. En el segundo, los protagonistas reciben la misión de destruir plantíos de amapola localizados en algún punto de la Octava Región Militar, en Oaxaca. Las historietas reforzarán la preparación de los militares en la lucha contra el narcotráfico. Como en toda lucha, habrá que esperar la respuesta del contrario.

Cuando la de la letra era plebe y su cerrazón para entender alguna orden rebasaba la paciencia de La Matriarca, esta alzaba la voz y lentamente preguntaba ¿me entendiste o te lo explico con monitos? La vez que le dije que me lo explicara con monitos, agarró un pedazo de carbón y sobre unos ladrillos trazó unos dibujos, que si no hubiera sido porque vi cuando los hacía hubiera creído que los hizo una criatura de cuatro años. Una vez los que los terminó así me fue. Al final de la tunda preguntó de nuevo ¿ya entendiste o te lo explico con monitos? No hubo necesidad. Por lo que se pudiera ofrecer, le pedí que no los quitara. Ahí quedaron hasta que el tiempo los borró.

Gracias por leer éstas líneas y con ello hacer que esto valga la pena. Comentarios, sugerencias, invitaciones, mentadas y hasta felicitaciones por favor en adosdetres@hotmail.com Que tenga una semana en que la vida le pinte una sonrisa.