lunes, 30 de abril de 2012

El viejo Culiacán



Marisa Pineda

¿Le tocó saborear los raspados de La Parroquia? ¿Alguna vez divisó a “El tacuarinero”? ¿Conoció a Lupita “La novia” de Culiacán? ¿Se tiró clavados en el río desde la “peña gorda”? ¿Tuvo el privilegio de saber lo que era vivir con las puertas y ventanas abiertas sin temor a que se metieran extraños a su casa? Tampoco a mí me tocó todo eso, pero ahora conocer a ese Culiacán está a un click de distancia en “El viejo Culiacán”,  un grupo en Facebook en el cual se comparten fotografías, anécdotas e historias de episodios, lugares y personajes de ese Culiacán que se nos fue de las manos.

Había una vez un Culiacán tranquilo hasta la modorra; con días que transcurrían entre trabajo y esparcimientos como jugar beisbol, fútbol, saborear un raspado, refrescarse con una cerveza, jugar lotería, dominó o cubilete, o bien cultivar el arte de la plática o del más descarado chismorreo en una banca de la plazuela.

Era un Culiacán en que por las tardes era estampa común que los plebes salieran a barrer las banquetas y dejarlas listas para que la familia sacara sus poltronas y compartiera con los vecinos vida, obra y milagros de los clanes de enfrente o de aceras aledañas. Un Culiacán en que ir al aeropuerto a ver aterrizar y despegar aviones era un espectáculo equiparable a una función de lucha libre, de box o de cine.

Era una ciudad en cuyos veranos se podía mitigar el calor durmiendo con las puertas y ventanas abiertas. En que los abuelos de entonces lamentaban la desaparición de espacios como el Teatro Apolo, el Casino de Culiacán, el centro social El Danubio Azul y otros tantos que la labor de cronistas e historiadores han permitido conocer por el rescate de fotografías y documentos que han dado vida a numerosos libros, la mayoría ediciones casi de autor sumamente difíciles de conseguir.

Sin embargo, no hace mucho, alguien (no sé quién, por eso no escribo su nombre) aprovechó el poder de las redes sociales para abrir en Facebook un grupo al cual llamó “El viejo Culiacán”. “La idea –expuso- es que se publiquen anécdotas, mitos, leyendas, fotografías e historias del Culiacán de todos los tiempos.”, señala en la información del grupo.

La iniciativa tuvo respuesta inmediata. En menos de que le den las tres palmadas a la lona  El viejo Culiacán suma 217 integrantes y contando. En ese espacio virtual, ameno y útil hasta para hacer tareas, encuentra fotografías, planos, portadas de libros ya incunables, postales, crónicas y relatos tanto cómicos como dramáticos.

Ahí vera fotografías del Ford de Villa y relatos que enriquecen tal imagen. Si no lo conoció sabrá así que Villa fue un taxista que manejaba un Ford antiquísimo y a quien bastaba con gritarle “ya quémalo Villa” para que se pusiera iracundo. La concesionaria Ford en incontables ocasiones quiso comprarle el auto, pero Villa jamás se deshizo de él.

En este pueblo de locos gritones, como han llamado a la ciudad tantos autores, los locos tienen también su espacio en el grupo. Hay fotos de personajes como la inolvidable Lupita “La novia” de Culiacán, quien con su velo de novia y sus lentes inmensos deambulaba de Catedral al mercado grande (como se le conocía popularmente al Garmendia) y de ahí al Hospital del Carmen, en donde pasó los últimos años de su vida.  Hay también anécdotas como la de “El chalán”, orate que tenía su territorio por rumbos de “El mercadito” (oficialmente llamado Rafael Buelna) quien sin ningún reparo se comió un sapo vivo.

El que busca encuentra, y si busca en Facebook a El viejo Culiacán encontrará material sobre el deporte, la música, el arte, la gastronomía, la historia, en suma, gracias a quienes se han dado a la tarea de escombrar en los álbumes y en la memoria familiar para colaborar con imágenes y relatos que de no ser por ese buen gesto sería por demás difícil conocer.  Ahora que tanto se habla de rescate, recuperación, reconstrucción del tejido social, valores y tantos términos para referirnos a la tranquilidad que perdimos, vale la pena darle click a El viejo Culiacán.

Muchas gracias por leer éstas líneas y con ello hacer que esto valga la pena. Ya sabe, comentarios, sugerencias, invitaciones, mentadas y hasta felicitaciones en adosdetres@hotmail.com En Twitter le da seguir a @MarisaPineda y listo, no vamos a componer el mundo pero nos vamos a divertir intentándolo. Que tenga una semana que haga historia.

(PD: Don Autoridad ¿Cuántos inocentes cayeron esta semana a manos de la delincuencia organizada? ¿Hubo ya justicia para alguno de ellos? más allá de la Justicia Divina. Si apuesta a que el olvido termine de sepultarlos, se equivoca: no se nos olvida.)