lunes, 23 de agosto de 2010

A dos de tres

Marisa Pineda

Shalalala la-la el futuro es milenario. Shalalala-la ahí vamos paso a paso.

Canción motivadora habemus para los festejos del Bicentenario, y prepárese para escucharla a ritmo de bolero, mariachi, son, danzón, cumbia y chachachá, en las voces del mismísimo Aleks Syntek, creador de la música de la ronda -me equivoqué, quise decir de la rola-, de Daniela Romo y de Lila Downs, entre otros.

Estamos a menos de un mes de los festejos por los 200 años de la Independencia Nacional; así lo indican las efemérides, los libros de historia de México y los relojes del bicentenario (esos armatostes que parecen bombas de tiempo) que los encargados de los festejos oficiales colocaron por todo el país. Y a menos de un mes, el jolgorio que debe estar sustentado en un legítimo orgullo nacional, cada vez está más cuestionado y sometido al humor popular.

El cuestionamiento comenzó cuando más de uno levantó al ceja al enterarse que sin licitación de por medio se adjudicó al australiano Ric Birch, director de Spectak Productions, la producción artística de parte de los festejos del 15 de Septiembre. Esa parte abarca el desfile de carros alegóricos por el Centro Histórico y el Paseo de la Reforma en la capital país, para ello, el Gobierno Federal pagará a Instantia Producciones, la empresa que Birch instaló en México para tal fin, 2 mil 971 millones de pesos, moneda nacional.

Por cierto, Instantia solicita voluntarios (vo-lun-ta-rios, que no empleados) para participar como artistas y en el área técnica y logística de dichos espectáculos. Los interesados pueden enviar su curriculum al programa “Yo sí me apunto a la celebración de nuestra identidad”, quienes sean reclutados deberán firmar a favor de Instantia Producciones carta de autorización de uso y reproducción de imagen, declaración de liberación de responsabilidad y un acuerdo de confidencialidad (lo que pasa ahí se queda ahí). El anuncio está en todos los sitios de internet con ofertas de trabajo. En la parte de los comentarios muchos dicen “no pagan”, pero hay otros tantos que sí quieren participar. A lo mejor no pagan pero tampoco te piden que te biches para ser parte de una foto.

Los del Departamento de investigaciones de A dos de tres señalan: la empresa es garantía de que pase lo que pase habrá espectáculo. Spectak Productions fue la encargada de las ceremonias inaugurales de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, Barcelona, Sydney y Beijing. Los de Barcelona se recuerdan porque el encendido del fuego olímpico lo hizo un atleta paralímpico que lanzó una flecha en llama, después se supo que había un mecanismo para que la flama encendiera le atinara o no. En Beijing se cuestionó que la niña que cantó el himno hizo play-back, que los chamacos que desfilaron representando las etnias chinas no eran de esas etnias (aunque sí eran chinos) y que la pirotecnia, tan impresionante, estaba respaldada por un programa de computadora, de tal forma que si el cohete se cebaba en las pantallas de los televisores del planeta ni quien se enterara. Dicen los de Investigaciones de A dos de tres que para muchos eso puede ser chapuza, embuste, pero también es el Plan B para que nada salga mal y si sale mal no se note, y el espectador quede satisfecho del espectáculo.

Sobre los dineros de los festejos la ceja ha seguido levantándose a medida que uno se entera que además del contrato a Instantia Producciones hay otro para Vivace Producciones, que se encargará del espectáculo multimedia en el Palacio Nacional, y uno más a favor de Corporación Interamericana de Entretenimiento, para la organización de los Niños del Bicentenario. También, porque no se sabe cómo van las cuentas en el Fideicomiso Bicentenario que se abrió en el Banco Nacional del Ejército, Fuerza Aérea y Armada (Banjercito) por mil 627 millones de pesos, y porque tampoco se ha dicho cómo van los números con los tres mil millones de pesos que aprobó la Cámara de Diputados, tiempo ha, para la restauración y mejoramiento de teatros con 100 y 50 años de antiguedad, escuelas de educación artística y zonas arqueológicas, también en el marco de la celebración.

Más se arquea la ceja cuando a la danza de las cifras del Bicentenario llegan como invitados incómodos los números del último informe de Gobierno del Presidente de la República, Felipe Calderón: Hay 12.2 millones de mexicanos que padecen pobreza alimentaria (Septiembre 1° de 2009); así como los resultados de la Metodología oficial para la medición multidimensional de la pobreza en México (así se llama, en serio) que indican: hay 2.68 millones de indígenas en pobreza extrema, con rezago educativo, sin acceso a los servicios de salud y seguridad social, sin calidad de vivienda (a veces sin vivienda) y con graves problemas de alimentación (y a veces sin alimentación). Además, hay otros 2.49 millones a punto de sumárseles. Ese resultado lo presentó el Consejo Nacional de Evaluación de las Políticas de Desarrollo Social este 9 de agosto, en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas.

Diez días después, el 19 de agosto, en conferencia de prensa, el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, dio a conocer con bombo y platillo la música del Bicentenario, “El futuro es milenario”, que entre su letra dice: “Nacimos para cantar, nacimos para bailar, nacimos en el lugar del Cielito Lindo. Más siglos para el amor, más siglos para el color, más siglos de una canción serán bienvenidos”. Para pronto, en internet empezaron a circular versiones como la que retoma: “No hay nada que celebrar, si estamos en la miseria, dos siglos de libertad y nos ha ido como en feria. Los curas si están gozosos en este bicentenario recordarán orgullosos que excomulgaron a Hidalgo” y sigue.

La música de “El futuro es milenario” es de Aleks Syntek, quien consternado porque su tonada fue apabullada en los comentarios en las principales redes sociales, anunció que se retiraría de Twitter (en éstos tiempos de mundos virtuales eso debe ser el equivalente a cortarse las venas con bolitas de algodón, más porque anticipó que el retiro es momentáneo). En tanto, Jaime López, el creador del Blue Demon Blues (“vamos a’i, vamos a’i, Blue Demon vamos a’i!), de Sácalo (“si tuviera religión me pondría a analizar, si tuviera ideología me pondría a rezar..”) y también creador de la letra de El futuro es milenario, dijo en la presentación, muy cargado de razón: “cada quien tiene el Gobierno y la música que se merece”.

Al tercer día, el secretario Lujambio reculó y dijo que El futuro milenario no es la canción oficial del Bicentenario. Como el propio Jaime López bien dijera en otra de sus rolas: “transeando de arriba abajo, ahí va la chilanga banda, chin chin si me la recuerdan, carcacha y se les retacha”.

Muchas gracias por leer estas líneas y con ello hacer que esto valga la pena. Por favor, comentarios, sugerencias, invitaciones, mentadas y hasta felicitaciones en adosdetres@hotmail.com

Que tenga una semana de celebración. Shalalala-la lo bueno está comenzando, shalalala-la…