Marisa Pineda
Hace tiempo, por rumbos del
centro del país a la de la letra le tocó presenciar un mitin en un pueblo con
nombre difícil de pronunciar y más difícil de memorizar. El candidato era el
prototipo de político de tira cómica. El tipo llegó levantando los brazos a
manera de saludo, subió al templete, de entre la gente se oyeron rechiflas y
mentadas. El candidato sin inmutarse agarró el micrófono, soltó su discurso al
estilo “pueblo de Chipiculco” y culminó exhortando “y si tan mal les caigo,
cuando me vean en la boleta táchenme, pónganme una cruz”.
No hay día que no se llegue ni
plazo que no se cumpla. Llegó el 1° de julio y A dos de tres le preparó la Guía de los Sí y los No a la hora
de acudir a votar. Usted vote, por quien le de la ruda o técnica gana pero
vote. Que no sea en vano el hartazgo que produjeron los 22 millones de spots
transmitidos en radio y televisión.
Estos últimos tres meses, ni
viviendo en una cueva quedaba exento de ser tocado por alguna forma de
propaganda política. Ya bastante tuvimos para tomar una decisión. Ni se nos va
a regenerar ni a morir ninguna neurona si da su voto al candidato que firma aquello
por lo que se compromete, o si vota por la diferente, o por el amoroso, o por
el liberal.
En lo que se alista para acudir a
la casilla a emitir su sufragio va la primera recomendación: Cuidar el atuendo.
Es en serio. No se le ocurra ir presumiendo la camiseta que dice Vote por
Fulanito o Yo con Perenganito, porque no lo van a dejar entrar. Tampoco acuda
luciendo ropa con las siglas o los colores de algún partido político. Dicen los
de Vida y Estilo que “una playera o camisa en tonos neutros sería lo ideal para
evitar corajes”.
Ya quedó bien ajuareado, ahora ¿Para dónde? Si cae en cuenta que no
tiene NPI (Ni Posible Idea) de dónde está su casilla. Tome el periódico y
revise el encarte donde viene la ubicación de las casillas. Si no tiene
periódico pero sí computadora, la página del Instituto Federal Electoral
www.ife.org.mx indican los pasos para
ubicar su casilla. ¿No tiene computadora con internet o se fue la luz? Puede
llamar al 01 800 433 2000 e igual le informan. ¿No tiene teléfono? Pregunte a
sus vecinos.
Ya llegó a la casilla, lleva su
credencial renovada (las que tienen terminación 03 no se aceptarán. Como música
de fondo se escucha el odioso: “teee loo diijeee”) y le dan su boleta. Si el
candidato por quien desea votar sólo aparece en un cuadrito marca ese cuadrito
y listo; pero si figura en dos o tres recuadros puede tachar uno o todos en los
que aparezca el mismo candidato. Así es de fácil.
Lo que no debe hacer es marcar a
su consentido y escribir mentadas a los demás. De que puede hacerlo, claro que
puede, es muy su boleta y Usted sabe si quiere pintar en ella una carita feliz
o una grosería. El asunto es que ese voto se anulará, pero antes dará lugar a
malas interpretaciones, a dimes y diretes entre los representantes de partido y
los funcionarios de la casilla, a impugnaciones que demorarán los conteos. Se
va a armar una tremolina que pudo evitarse si opta por la sugerencia de A dos
de tres: marque la boleta como se debe y en las redes sociales desahóguese, ahí
no faltará quien le haga coro ni quien se la revire sin causar mayores
problemas.
Las casillas abren a las ocho de
la mañana y cierran a las seis de la tarde. No se espere a que den las seis
para llegar exigiendo y llamándose a robado porque no le permitieron votar
cuando ya estaban levantando todo.
Como cada vez que se anuncia ley
seca hay compras e ingestas de pánico. Si decide ponerse una guarapeta histórica,
que sea después de votar. En las casillas no se permiten personas a punto de la
congestión alcohólica, como tampoco a quienes llevan como mascotas elefantes
rosas que sólo ellos ven. Evítese la pena de que le pidan salir del lugar, y no
se ponga rijoso porque se lo lleva la patrulla.
El salario mínimo en nuestro país
es de casi 60 pesos al día, mientras que un voto en territorio nacional nos cuesta
350 pesos en promedio y en el extranjero alcanza los 3 mil 350, partiendo de datos
proporcionados por consejeros del Instituto Federal Electoral. Ya llegará el
día en que las elecciones no sean tan costosas, en vía de mientras, hagamos
nuestra parte. De poco sirve tanta marcha a favor o en contra de equis
candidato, tanto activismo en las redes sociales si a la hora de ir a votar la
que gana es la apatía o la flojera. La lucha es el 1° de julio en las urnas, o
no es. Dicen los de Vida y Estilo que, además de cumplir con una obligación
ciudadana y de ejercer un derecho, la semana próxima lo “in” será lucir la
marca de la democracia.
Antes de concluir. Recuerde que
los funcionarios de casilla son personas tan honradas como Usted, como su
familia, como sus amigos. No los ofenda dando más validez a lo que “escuchó por
ahí”. Que dieron lápices para borrar los votos. ¿Ya vio la calidad del papel?
Si lo borra se va a marcar. Si lo deja más tranquilo emplear su propio bolígrafo,
crayón de cera o el delineador de ojos, úselo, igual vale. Pero no ponga en
tela de duda la honradez de esas personas que dedicaron su domingo a estar
lidiando con las inclemencias del tiempo, turnándose para ir al baño, comiendo
a como pueden, por tal de que cuando Usted vaya a votar, todo esté listo.
Cuando Usted se va con su dedito marcado, ellos se quedan, levantan la casilla
y tienen que ir a hacer largas filas para entregar los paquetes electorales.
Van regresando a sus domicilios de madrugada y todo por cumplir su deber como
ciudadanos. Ellos merecen respeto.
Muchas gracias por leer éstas
líneas y con ello hacer que esto valga la pena. Comentarios, sugerencias,
invitaciones, mentadas y hasta felicitaciones por favor en
adosdetres@hotmail.com En Twitter nos seguimos en @MarisaPineda. Que tenga una
semana libre de mentadas. Y recuerde “el mejor libro será el que enseñe más y
en menos páginas”. Leamos. ¡Ah! Y si se quedó con la duda, el candidato de la
anécdota de inicio, ganó.