jueves, 19 de julio de 2012

Redes sociales



Marisa Pineda

Todo aquel que tenga un correo electrónico habrá recibido alguna vez la solicitud de ayuda para Amy Bruce, la niñita con cáncer que captará un dólar cada vez que alguien reenvíe el mensaje. Sabrá también que si suma todas las loterías que ha ganado en lugares inimaginables Forbes le debe una disculpa al no incluirlo en la lista de los más ricos del mundo. Esos son ejemplos de que no todo lo que circula en internet es cierto, y viene a colación porque en A dos de tres consideramos que los estudiosos de la política en nuestro país aún tienen pendiente un trabajo: analizar el impacto de las redes sociales en el reciente proceso electoral.

Antes de que alguien se esponje, aclaro: No me refiero a si el partido de enfrente o el de la otra cuadra hizo chapuza, eso es como denunciar que todos los magos hacen truco, el mérito no es decirlo sino encontrar y demostrar fehacientemente donde está la trampa. A lo que me refiero es a la real influencia que pudieron haber tenido o no las redes sociales en este proceso electoral. ¿Contribuyeron a orientar el voto? ¿Ayudaron a abatir el abstencionismo? ¿Beneficiaron a un candidato más que a otro? ¿Son acaso mero espejismo?

Quienes venimos de la era pre-internet (así no se escucha tan feíto) conocimos que la manera más eficaz de enviar solitudes de ayuda, mensajes motivadores y de destruir la reputación de cualquier persona era a través de la radio, de mensajes escritos y de la chismosa o del mitotero de la cuadra, respectivamente.

Hubo programas de radio famosos por sus avisos. “Se avisa a Petro que lleve una bestia de silla y cuatro de carga porque va a ir Domitilo con la mercancía, que los lleve ya sabe a donde y que no se vaya por el camino de siempre porque ahorita por ahí no se puede pasar.”  En ese entonces se decía que muchos de esos mensajes eran claves para el traslado de armas o enervantes en la sierra (estamos hablando de cuando a los hoy llamados narcotraficantes se les conocía como gomeros). Las frases motivadoras que hoy plagan los muros de Facebook circularon en su momento en cartitas con el lema Amor es…  o Momentos Preciosos son…  cuando lee A dos de tres, por poner un ejemplo. Sobre la propagación de chismes, basta decir que el compositor Enrique Sánchez Alonso, el popular Negrumo, hizo el mejor retrato musical de esos personajes en su canción Juana Chismón, quien “es la gran mitotera, cualquier cosita la hace grande a su manera”.

Cuando el correo se volvió electrónico, las cadenas que antes se aventaban a las casas, se dejaban en las bancas de las iglesias o en el asiento del camión, se volvieron digitales. Ahí veía a esta su amiga muy acomedida renviando el mensaje para que Amy Bruce recibiera muchos dólares para el tratamiento de su cáncer. Tres años después al recibir de nuevo el mismo texto comencé a sospechar que algo no era cierto.

Y es que en su inmediatez, uno comparte los mensajes en internet dando por bueno lo que los demás nos comunican; lo mismo aplica para textos apócrifos atribuidos a Mario Benedetti o a Gabriel García Márquez, que para fotografías que muestran a la esposa de un candidato golpeada a punta de “fotoshop”, que a videos en los que para dar una sola noticia el conductor aparece con dos y hasta tres corbatas diferentes.

Así como en la vida real, en el mundo virtual hay vivales que se aprovechan de la fe, la voluntad y hasta del coraje ajeno en aras de intereses muy particulares. Ejemplos abundan: A Amy Bruce, la pionera, le siguió  la niña extraviada que lo mismo se perdió en el Distrito Federal y es hija de un ingeniero, que en Quintana Roo y es hija de un mesero, que en Monterrey y es hija de un doctor.

Nadie duda del poder de las redes sociales para propagar cualquier especie a la velocidad de un click. Por ese poder mismo, los de A dos de tres consideramos que los estudiosos aún nos quedan debiendo cual fue el impacto de las redes en el reciente proceso electoral, más allá de su capacidad para compartir chistes o descalificaciones. ¿Inclinaron la votación a favor de tal o cual candidato? ¿De tal o cual partido? ¿Son acaso un espejismo? Esas respuestas aún nos las deben.

Muchas gracias por leer éstas líneas y con ello hacer que esto valga la pena. Ya sabe comentarios, sugerencias, invitaciones, mentadas y hasta felicitaciones por favor en adosdetres@hotmail.com en Twitter nos encontramos en @MarisaPineda. Que tenga una semana libre de chismes, y anímese a leer, para que luego no le presuman con textos que no escribieron aquellos a quienes se los adjudican.