sábado, 10 de mayo de 2008

A dos de tres

Marisa Pineda

“Señor can-ti-nee-ro traígamee dos ceerveezas, quieeero embriagarme por ese amor ingraaato…”¿la ha escuchado?, posiblemente en la radio no, pero qué tal cuando algún amigo le dice “pon en el yu tub Amapolita de Arahuay”. Usted obedece, le da click a la lista y al rato suelta la carcajada. La canción es Amor Ingrato, que junto con Nuevo Amanecer fueron las delicias del humor involuntario masificado gracias al sitio de videos You Tube, el mismo que lanzó a la fama a Édgar, aquel que imploraba “no güey, no güey” cuando sus primos abusones lo tumbaban a un arroyo lodoso; y que ahora tiene como estrella del momento a Wendy Zulca, una niña de ocho años, a quien luego de ver su video La Tetita uno no sabe si la patrocina la liga de la leche, National Geographic o algún productor con tendencias pederastas.

Hubo un canadiense llamado Marshall McLuhan, quien por allá en 1964 publicó un libro llamado “La comprensión de los medios como extensiones del hombre”. En esa obra sostiene que las tecnologías llegan a convertirse en prolongaciones de nuestros sentidos, de tal forma que los medios electrónicos de comunicación se vuelven una extensión del sistema nervioso central, aboliendo tanto el espacio como el tiempo. En su momento McLuhan fue calificado, por unos, como visionario y por otros como vil orate. El tiempo le dio la razón al canadiense y ahí nos tiene que ahora, gracias a esas extensiones de nuestros sentidos podamos conmovernos en tiempo real con lo que pasa en cualquier confín del mundo, o bien podamos disfrutar del talento de las estrellas que yu tub nos trae desde Perú.

Esto de los hoy llamados videos virus, empezó con Édgar, el niño de Monterrey que se volvió famoso, luego de que un primo balcón subió al yu tub un video tomado en vacaciones, donde se veía a Édgar implorando a otro primo gandalla que no lo tumbara de un improvisado puente sobre un arroyo de aguas lodosas. “No güey, no güey, me voy a caer güey” se volvió ringtone, juego de video y expresión común. Édgar sacaba al abusón que todos llevamos dentro y provocaba la risa de cuanto lo veía. El clip remataba con Édgar humillado. El niño fue entrevistado por cuanto periódico y programa de televisión le guste. Su video “Edgar se cae” llegó casi al millón de visitas. Cuentan que firmó contrato para un comercial de una empresa galletera y su video en vez de terminar con el “inche, endejo güey” culminaba con un Édgar imperativo ordeando llevaran al primo “a los leones”. Justicia poética.

“Yo soy Yasuri, Yasuri Yamilet, si te metes conmigo te saco la yilé”. Luego de Édgar, los quince minutos de fama se fueron a Panamá. Tras un extenuante esfuerzo de audición, se logra entender “yo soy Yasuri, Yasuri Yamilet, si te metes conmigo te saco la yilé”. Era ¿adivinó? Yasuri Yamilet, quien a ritmo de reguetón llegaba directo a la internet desde el barrio de El Chorrillo. La muchacha estaba bien lejos de ser una Chica Cosmo, pero el ritmo pegajoso y el video más malo que tomar leche con chamoy, la convirtió en la nueva diva del yu tub. Una vez en la cumbre de la fama, los hacedores de Yasuri Yamilet reclamaron la parte de popularidad que les correspondía. Resultó que Catherine Severino, una locutora y modelo panameña, y el dj Mr. Fox grabaron la rola de pura puntada y engatuzaron a una plebe de clase bien humilde para que bailara, hiciera “pley back” y de paso el ridículo mientras ellos se divertían filmándola y colocando el video. Cuando vieron el éxito que alcanzó, Catherine alzó la voz para decir que ella era la verdadera Yasuri, que era su voz, que todo había empezado como una broma. Muy tarde, para todos quienes han visto el video Yasuri es esa cenicienta de la fama y no la modelo. Nadie sabe para quien trabaja.

Fue entonces cuando al yu tub llegó la ola peruana. En una batalla campal, sin empate y sin indulto, participaron Amapolita de Arahuay, la Tigresa del Oriente, Flor de Romero, Bayron Caicedo y Los Conquistadores. El bando rudo proclama ganadora indiscutible a Amapolita de Arahuay, el técnico reclama la gloria para La Tigresa del Oriente.

Marilú Quispicondor, aka Amapolita de Arahuay, recibió en el 2007 el premio como la Revelación del Año, por su importante contribución a la difusión del huayno con arpa (el huayno es un género de música y baile de origen prehispánico, el más popular en la región serrana de Perú). Recibió Disco de Oro por las altísimas ventas de su producción musical “Lejos de tu lado”, pero sin duda el premio más sentido es el de “La reyna cantinera”. Bien orgullosa, Amapolita declaró al diario Órbita (Lima, Perú) “me bautizaron como la reina cantinera por las cervezas que se venden en mis shows” y vaya que reune multitudes.

Eso es en vivo. En el yu tub su video “Amor ingrato” es ya un clásico. Ver a Amapolita trastabillándose, botella en mano,carente de todo glamur, confesando rendida “y por más que quie-ro, no pue-do olvidarlo”, llega. Nadie que vea a Amapolita pedirle al señor cantinero le traiga “dos cervezas” (la caminera, ya sabe) puede permancer impasible. Nadie que la escuche explicar, apenada, “a-a-ando borrachita” puede evitar soltar la carcajada. Nadie que la vea cantando frente a una campanota puede dejar de exclamar “¡¿y esa suástica?!, ¡qué hace esa suástica en la campana!”. Cosas de los videoclips.

Judith Bustos nació en un campamento de Perú, igual que sus 15 hermanos. Madre de dos hijas, cosmetóloga de profesión, se volvió famosa cuando su video “Nuevo Amanecer” se colocó el yu tub. La Tigresa del Oriente, nombre artístico de Judith, sale ahí con un leotardo de leopardo (como que no encontraron peluchito de rayas y usaron uno de manchitas, total ni quien se fije). Con una imagen entre Lyn May y Niurka, La Tigresa y sus tigritas (con bikinis también de motitas) propone cumbianchera “si tu sabes dar amor, un nuevo amanecer tendrás”. Con un coro integrado por un par de tipos vestidos como instructores de aeróbicos, la Tigresa pide “rectifica tus errores, no seas egoista, se más amable y un nuevo amanecer tendrás” y un nuevo amanecer tuvo porque pasó de producciones musicales Éxitos del Mundo a Warner Music. ¿Qué tal?.

Pero la más reciente aportación de Perú a yu tub es Wendy Zulca. La chiquilla es estrella de Producciones Danny (cuyo locutor se oye igual al de Éxitos del Mundo). Poseedora de un falsete que no encuentra su lugar en la escala musical, canta “(chillido)de día y de no(chillido) che yo quiero tomar tetita (chillido)” (¿Entendió? Tampoco en el video). En lo que la música transcurre, la imagen presenta a tres mujeres que ya no se cuecen al primer herbor amamantando a sus bebés. Están sentadas en una plazuela, rodeando a Wendy, mientras el pueblo divide las miradas entre la minidiva y las nodrizas. Hasta ahí uno cree que el video lo patrocina la liga de la leche, Usted sabe, hay que promover que las madres amamanten a sus hijos, la leche materna proporciona nutrientes, defensas. De pronto la imagen cambia y se ve a un becerro prendido de una vaca. Bueno, a lo mejor también Nat Geo aportó al patrocinio. La canción sigue y de pronto pasa una plebe como de 15 años, talla D de brasier, y detrás de ella una horda como de 20 fulanos babeando. La imagen cambia a Wendy y el locutor dice “y sólo tiene ocho añitos”, la cámara regresa a la puberta tetona y es cuando uno dice ¡ah! Carajos, pos que rey de la mezclilla financió también, o de plano es el estilo del productor.

A lo mejor es de esos videos conceptuales, échele un vistazo y me explica.

Comentarios, sugerencias, invitaciones y hasta felicitaciones por favor al correo adosdetres@hotmail.com Por cierto, este texto es a sugerencia de un lector (me creo mucho, gracias por hacer que esto valga la pena). Que tenga una excelente semana.