viernes, 2 de agosto de 2013

Fuerzas Armadas, pasión por servir a México

Marisa Pineda

¿Sabe qué tienen en común todos los paracaidistas del mundo con Culiacán? Ambos tienen como patrono a San Miguel Arcángel. Ahí tiene que los de A dos de tres tomamos un colectivo Le Campagne- Palais du Gouvernement (o lo que es lo mismo un Campiña-Palacio de Gobierno) y viajamos a la explanada del Palacio de Gobierno a conocer la exposición interactiva “Fuerzas Armadas. Pasión por servir a México”, didáctica de principio a fin y en donde aprendimos el dato con que iniciamos este espacio.

Cuando uno dice Ejército Mexicano suele asociarlo a uniformados de rostros adustos que responden con monosílabos. Ese es el primer prejuicio que derrumba la exposición. Recorrer la muestra es ir de sorpresa en sorpresa: todo se puede tocar, uno puede exhibir su ignorancia y los elementos militares, con paciencia infinita, se encargan de explicar amenamente el tema y de hacerle a uno a la luz. Ver a los soldados lidiando con el plebero, ya sea como pintacaritas, como maestros de dibujo, paseándolos en caballo, o cuidándolos en la tirolesa y en el campito de entrenamiento muestra un rostro muy poco conocido de nuestras Fuerzas Armadas.

Cada quien su pasión. Mientras muchos se aglomeran en el stand de las armas y municiones; otros montan las motocicletas y otros más hacen fila para subir a los helicópetos, lo mío fue conocer a la Tercera Brigada de la Policía Militar, integrada por 20 perros, sus manejadores y entrenadores. Los perros policía realizan ejercicios de obediencia, guardia y protección, detección de drogas, de explosivos y rescate de rehenes con la participación del público. Si la demostración impresiona, más impresiona saber que esos perros también rescatan heridos y cadáveres, (desde frescos hasta putrefactos) en agua o enterrados. Eso último podrá sonar siniestro pero representa dar algo de paz a los deudos.

En el pabellón de la Marina Armada de México hay lanchas rápidas y botes de asalto a los que invitan a subir y hasta le toman la foto. Como el saber no ocupa lugar, en menos de cinco minutos le enseñan a dar resucitación cardiopulmonar y cómo hacer la compresión abdominal para ayudar cuando alguien esta asfixiándose con algún trozo de alimento u objeto. Para los niños hay caballetes con dibujos, mientras colorean les prestan gorras de marinero. También hay demostración, y obsequio, de figuras hechas con nudos marinos, desde flores hasta nudos de horca.

A lo largo de la exposición conoce cómo es por dentro un chaleco blindado, y lo invitan a colocarse la prenda. Si aguanta un vestido largo de chaquira y lentejuela, fácil aguanta los diez kilos del chaleco más el kilo del casco blindado.

El stand de artillería tiene la computadora que todos queremos: sumergible y resistente a los golpes. Ahí conoce algunos de los programas computacionales que la Armada ha desarrollado, y puede disparar un cañón en un simulador que le permite entender a cabalidad la frase “oídos de artillero”.

Si es un apasionado de la historia puede apreciar la cédula de alta de Valentina Ramírez, cuya foto permiten entender aquello de “Valentina, Valentina rendido estoy a tus pies…”. Si anda ecológico debe visitar el stand de los viveros de Armada, en donde le obsequiarán una plantita.

Fuerzas Armadas, pasión por servir a México está abierta de 12 a 21 horas. La entrada es gratuita. Lleve ropa y calzado cómodo, y prepárese para conocer el rostro divertido de nuestras Fuerzas Armadas y, sobre todo, prepárese para revalorar su esfuerzo.

Muchas gracias por leer éstas líneas y con ello hacer que esto valga la pena. Comentarios, sugerencias, invitaciones, mentadas y hasta felicitaciones por favor en adosdetres@hotmail.com En Twitter en @MarisaPineda. En estas vacaciones anímese a leer un libro y mientras, que tenga una semana de divertido aprendizaje.