martes, 29 de enero de 2013

Para los perros



Marisa Pineda

Esta vez A dos de tres se pone perra de principio a fin (guau).

Y me pongo de pie para mencionar a Don Pedro Aguayo Damián, la leyenda más perra de la lucha libre. Oriundo de Virgen Nochistlán, Zacatecas, el “Perro Aguayo” es creador de uno de los castigos más dolorosos: la lanza, consistente en lanzarse sobre el oponente y clavarle los talones en la caja torácica, simple y efectivo. Cuenta la leyenda que el apodo de “Perro” surgió por  un error del anunciador el día de su debut, en 1970, en vez de presentarlo como Pedro dijo “Perro”, el resto es historia. El “Can de Nochistlán”, dio lustre a la lucha libre mexicana en cuadriláteros de Japón, Europa y América. Su fiereza en los encordados cimentó su leyenda. Para la posteridad quedó la imagen de don Pedro con sus botas peludas y su frente deforme y cicatrizada, testimonio de que no todo en la lucha libre es espectáculo.

Lars
Si escribe en un buscador de internet la palabra lealtad, le remitirá a imágenes con perros como protagonistas.  Uno de los ejemplos más conocidos de esa lealtad es el de Hashiko, el can que a la muerte de su dueño acudió durante diez años a la estación del tren en espera de su amo. La historia, ocurrida en Japón, inspiró la cinta “Siempre a tu lado” (de lágrima con moco de burbuja garantizado). En mi casa siempre ha habido perros. Mi abuela, como buena gente de antes, tenía la firme creencia que si el perro moría de súbito era porque la Muerte había venido por alguien de la casa y él no lo había permitido. Decía también que los perros podían ver fantasmas y los ahuyentaban. Creencias infundadas, si gusta, pero que ejemplificaban la devoción del perro por su familia.

En algún momento el perro se convirtió en adjetivo, lo óptimo pasó a ser algo “bien perrón” y lo deplorable “para los perros”. Si se pasa por una mala racha uno “anda de perro”; si no cede en algo “es un perro”. Entre mujeres “perra” aplica igual para una amiga, que para quien nos cae mal, dependiendo de la entonación. Los perros se convirtieron hasta en verbo compuesto,  que levante la mano quien no le haya echado los perros a alguien, o a quien no se los hayan echado.

Tobías
Así como en algún momento los perros protagonizaron expresiones en el habla, también en algún momento se convirtieron en un problema: el problema de los perros de la calle, que empieza en las casas. Ejemplo:  la Muñe (toda hermosa ella, moños, uña pintada, acicalada de estética y con un pedigrí digno de la más rancia casa real) entró en celo, se escapó y regresó preñada del Greñas (prófugo del agua y el jabón, con unos pelos cual estopa de mecánico que hacen honor a su nombre y de raza indefinida), nacieron los críos y al no ser de raza pura a los dueños le salió lo racista y fueron a tirarlos en una colonia bien lejana al domicilio. Por eso la labor que realizan, en Culiacán, las Fundaciones Huellita con Causa, Laika y Huelllitas rescatando y buscando hogar para perros abandonados es muy importante, pero igual o más importante es su labor de concientización para que quienes tenemos un perro en casa lo esterilicemos, pues sólo así lograremos controlar la sobrepoblación canina en las calles y dejaremos de darles una perra vida.

Vito
Muchas gracias por leer éstas líneas y con ello hacer que esto valga la pena. Comentarios, sugerencias, invitaciones, mentadas y hasta felicitaciones por favor en adosdetres@hotmail.com En Twitter en @MarisaPineda. Anímese a leer un libro, es una práctica de lo más perrona. Que tenga una semana plena de muestras de lealtad. 

lunes, 21 de enero de 2013

"Ola ke ase"


Marisa Pineda

“Ola ke ase”. Escribir como si se padeciera dislexia es de las herencias que dejará el moribundo “Messenger”; el servicio de mensajería instantánea que en su momento revolucionó la comunicación al permitir la retroalimentación en tiempo real, y que hoy esta a punto de descansar en el panteón cibernético de programas en desuso.

Cuando al abrir el popular Hotmail apareció por vez primera la figura regordeta de un monito azul invitando a instalar un programa llamado “Messenger”, el correo electrónico empezó a ser desplazado. El mensajero redujo los costos de las llamadas telefónicas al permitir compartir en tiempo real alegrías y tristezas. Las peleas de novios ya no culminaban en un “me colgó el teléfono” sino en “se desconectó”. Las reconciliaciones podían venir al descubrir que la desconexión obedecía a fallas en el servicio, en la computadora o en la energía eléctrica.

Si con las salas de chat uno aprendió a escribir rápido, con el mensajero los dedos se deslizaban con inusitada rapidez sobre el teclado. La era digital está marcada por la prisa,  lo más rápido es lo mejor, la velocidad lo es todo, y en ese apremio por la inmediatez no había tiempo para escribir las palabras como se debe.

La puntuación fue la primera ofrenda a la mensajería instantánea. Las preguntas ya no se hacían abriendo y cerrando los signos de interrogación ¿Para qué? se perdía tiempo, el signo cerrado era suficiente para dar a entender que era pregunta. Cosa contraria sucedía con la afirmación y la negación, los golpes ahorrados en la puntuación se aplicaban ahí, “si” cambió a “sip” y “no” fue “nop”. Luego, desapareció la letra Q, en algún momento de la vida cibernética “que” evolucionó a “ke” y “quien” se convirtió en “kien”. La letra H pasó al destierro y por ese camino van también los acentos.

La mensajería instantánea puso de moda hermosear los textos con “emoticones” (esos monitos hechos con letras, números y signos de puntuación que permiten expresar emocione) o con personajes populares que expresaban sentimientos o acciones; el problema con estos últimos era cuando no se podía cambiar el nombre pre-asignado a la imagen, lo cual daba resultados contraproducentes, pues cada vez que se escribían las letras asignadas aparecía la imagen sin venir al caso. El ejemplo que más recuerdo es a Homero Simpson con una expresión de angustia, cada vez que uno de mis contactos escribía cualesquier palabra que llevara “ai”.

A medida de que se popularizó el mensajero, circularon correos advirtiendo su desaparición. Los años pasaron y aquello se convirtió en una de las leyendas de la red hasta el 2012, cuando Microsoft anunció el cierre de Messenger y su reemplazo por Skype. Hoy, que el mensajero está a punto de ser recuerdo, deja en su legado haber implantado una forma de escritura, en la cual escribir premeditada o espontáneamente mal es lo mismo manera de molestar y burlarse, como de ostentar la ignorancia. “Ola ke ase”.

Muchas gracias por leer éstas líneas y con ello hacer que esto valga la pena. Sugerencias, comentarios, invitaciones, mentadas y hasta felicitaciones se reciben en adosdetres@hotmail.com En Twitter estamos en @MarisaPineda Anímese a leer un libro, hay muchos que se pueden leer en internet y gratis. En lo que lo lee, que tenga una semana llena de buenos mensajes. 

martes, 15 de enero de 2013

Sin pistas de baile



Marisa Pineda

Como en la canción “ya no cierro los bares ni hago tanto excesos”, de ahí que un reciente y breve asomo por la vida nocturna de Culiacán me llevó a descubrir que, al igual que las vaquitas marinas, las pistas de baile están en plena extinción.

Con ojos de asombro reparé que en los antros la plebada ya sólo se mueve en sus asientos en una especie de baile virtual, zarandeando las extremidades superiores mientras ponen carita feliz o fruncen los labios como a punto de lanzar un beso (duckface que le llaman). Eso último, por cierto, parece ser la pose sexy por excelencia hoy en día.

A mi pregunta de si ese es todo el baile, miembros de las nuevas generaciones, muy al tanto del vivir de noche, me ilustraron que si la música y el ambiente son extremadamente buenos uno puede levantarse y bailar alrededor de la mesa, cual bruja en aquelarre. Los antros con pista, explicaron, se cuentan con los dedos de una mano y son de concepto retro o de ritmos latinos. Es oficial: estoy obsoleta.

Escena de la película Danzón
Las de la era pre-digital atestiguamos la transformación de las discos en antros, y en ambos casos vivimos la emoción de esperar a que nos sacaran a bailar antes de que terminara la canción de moda, o aquella cuyos pasos dominábamos. El valor y seguridad en sí misma que exigía ser la primera pareja sobre la pista, sintiendo las miradas inquisitivas de la concurrencia. Uno hacía válido aquello de “qué me importa el mar si perla soy” y con estudiada naturalidad empezaba a reproducir las rutinas ensayadas en casa con la complicidad de los espejos. Porque deje le cuento que no el chiste no era entrar a la pista y empezar a moverse sin ton ni son, se trataba de impresionar, sin caer en el ridículo, y para ello uno se preparaba repasando los pasos vistos al artista de moda o en el programa sabatino de baile. Si uno no descendía en línea directa de Terpsícore la solución era copiar flagrantemente los pasos que hacía el vecino de pista.

Eso de estar desparpajándose en el asiento se reservaba para cuando el sexo opuesto prefería quedarse cerca de las hieleras, en vez de invitarle a una a sacarle brillo a la pista. La rutina consistía en clavar la vista en el grupito de plebes y mover discretamente los hombros o la cabeza. Esa discreción desaparecía a medida que la canción avanzaba y los chamacos se hacían los desentendidos. Si el meneo aquel no daba buenos resultados y una se quedaba aplastadota, la revancha venía cuando ponían “las calmadas. Era entonces cuando una mano extendida invitándola a bailar recibía por respuesta,  con falso desdén: “no, gracias”.

Reeespetaablee puuúblico, su columna consentida A dos de tres le agradece seguir con nosotros y le desea salud, bienestar y prosperidad y que, cuando la vida se ponga ruda,  no falte a su lado un second que le brinde apoyo y ánimo para seguir adelante. Y ya sabe, comentarios, sugerencias, invitaciones, mentadas y hasta felicitaciones por favor en adosdetres@hotmail.com En Twitter estamos en @MarisaPineda.  Antes de irme le reitero la invitación a leer un libro, el que Usted quiera y mientras, que tenga una semana en que no se lo lleven al baile.

martes, 1 de enero de 2013

¡Feliz Año Nuevo!

A dos de tres le desea que el 2013 sea un año de salud, bienestar y prosperidad para cada uno de sus lectores, y que cuando la vida se ponga ruda no falte un amigo que nos de ánimo para seguir adelante en esta aventura a dos de tres caídas con límite de tiempo, que es la vida.

¡Feliz Año Nuevo!

21-12-2012



Marisa Pineda

Luego de que el Armagedón se cebó, en A dos de tres sólo esperamos que no haya topado sus tarjetas de crédito, no se la haya mentado  a todo aquel  que tiene en su lista, ni se haya hecho el audaz saliendo a correr bichi por su barrio, porque ahorita lo más seguro es que debe estar sintiendo que se le viene el mundo encima.  Y no es por ser chismosos pero el que inició todo este borlote fue Valum Votan, quien con todo y que tiene nombre de luchador no lo es. Deje le cuento.

A fines de los años 60, en pleno auge de la psicodelia, José Argüelles se volvió popular y su filosofía ganó adeptos, sobre todo en quienes incursionaban en planos más elevados de la conciencia (volaban alto, sin licencia ni aeronave). De origen méxico-americano, Argüelles nació en Estados Unidos, el 24 de enero de 1939 y murió el 23 de marzo del 2011. Doctor en Historia del Arte y maestro de esa materia en varias universidades de la Unión Americana, escribió una extensa obra relacionada con el calendario y la matemática de los mayas.

La “Biografía de un viajero en el Tiempo. El viaje de José Argüelles, el hombre más allá del fenómeno 2012”, que consta de dos tomos, escrita por Stephanie South la “Reina Roja”, su compañera en sus últimos nueve años, refiere que el verano de 1953 Argüelles visitó Teotihuacán y en lo alto de la Pirámide del Sol tuvo la visión de que su misión era “llevar la conciencia cósmica a la humanidad”. Ese momento “fue reconocido por nueve ancianos indígenas mayas como Valum Votan - el “Cerrador del Ciclo”- Poco después, y aunque el cielo estaba claro, apareció un arco iris y un águila voló sobre ellos”. (¿Qué hacían los sacerdotes mayas en Teotihuacán? ¡A saber! No se especifica si habían ido de excursión, si era una señal premonitoria, el asunto es que ahí estaban)

Argüelles impulsó el Plan de Paz Cambio al Calendario Trece Lunas, que busca reemplazar el calendario actual por uno regido por 13 lunas 28 días, el cual “es una actualización evolucionada del conocimiento Maya Galáctico” para “introducir a la humanidad al orden sincrónico de la cuarta dimensión”. Es ahí donde menciona “el profético punto final al cierre del Solsticio de Invierno 21-12-2012, al cual seguirán las siete Lunas Místicas para el lanzamiento de la Nave del Tiempo Tierra 2013, señalando la entrada del planeta a la civilización cósmica y la completa membresía a la Federación Galáctica”. (Ni me mire feo, no son palabras mías sino de Argüelles, por eso las entrecomillé).

Valum Votan estableció la Ley del Tiempo, cuyo enunciado dice “la energía factorizada por el tiempo es igual a arte. La velocidad del tiempo es instantáneamente infinita, un factor que se relaciona con la telepatía y varios fenómenos paranormales”. Esta ley afirma que “en el 2013 emergerá el nuevo ser solar, el homo noosfericus, biosolar y telepático”. (Subrayo las comillas).

No se precisa si el homo noosfericus utilizará moneda de curso legal, pero como el homo sapiens sí, Valum Votan creó la Fundación para la Ley del Tiempo, encargada de recaudar y administrar las aportaciones voluntarias necesarias para difundir y sacar adelante el “Proyecto de Ingeniería Planetaria”. La Fundación recibe “donaciones lunares de 7, 13, 26, 52, 104, 260, 520 y mil 24 dólares”. Para cerrar le explico: una donación lunar es aquella que se hace cada 28 días con cargo a su tarjeta de crédito.

Muchas gracias por leer éstas líneas y con ello hacer que esto valga la pena. Comentarios, sugerencias, invitaciones, mentadas y hasta felicitaciones en adosdetres@hotmail.com. En Twitter estamos en @MarisaPineda. Anímese a leer un libro, mira que Valum Votan dejó una extensa obra. Que tenga una semana noosférica, biosolar y telepática. El apocalipsis no llegó, pero la Navidad sí, que disfrute la Navidad y reciba muchos regalitos.