Marisa Pineda
El transporte urbano es fuente
inagotable de temas para A dos de tres, no en vano tenemos corresponsales en
cada vez más rutas que cubren los cuatro puntos cardinales. Andar en camión es
como seguir una lucha a ras de lona desde ringside. Los viajes ilustran y
subirse a un camión es una experiencia que permite, entre otras cosas, conocer
cómo se ha diversificado el servicio, pues si cree que el transporte urbano
sólo es transportar pasaje de un lugar a otro, equivocación: ya no.
Cuando uno no tenía computadora
con internet, no quedaba más que irse a un ciberclub para revisar el correo o ponerse
a “chatear”. Luego cada vez más sitios cuentan con internet gratuito y ahí nos
tiene buscando uno de esos lugares para compartir con propios y extraños qué
hacemos o qué pensamos en ese instante. La era del internet llegó a los
camiones urbanos y cada vez más unidades ofrecen el servicio.
“Unidad equipada con aire
acondicionado, libre de humo de cigarro e internet” se lee. Las dos primeras
las di por buenas, lo último se me hizo una buena broma. Subí, pagué, me
instalé y en el cristal estaban unas calcas con los logotipos de Explorer,
Facebook, Twitter y YouTube. “Sí, cómo no” me dije. Percatarme que a un buen
del pasaje no le paraban los deditos dándole al teclado de sus teléfonos
celulares, hizo que ganara la curiosidad. Saqué el teléfono celular y enseguida
detectó el wi-fi del camión. En el panel de acrílico atrás del asiento del
chofer estaba la clave, la anoté y ¡ándale! Conexión exitosa. De esos camiones
me han tocado varios, cuando leo “unidad equipada con wi-fi” ya no lo dudo.
Cuando la de la letra era plebe
el piso de los camiones urbanos era de duela, para que no se lea tan feo decir
que eran de tablas. En la carrocería interior, justo arriba de las ventanas,
era común encontrar anuncios de comercios impresos en hojalata. Ahora, hay
unidades que traen una pantalla en la cual el público cautivo puede disfrutar
de videoclips y anuncios. Para los artistas locales que van debutando, las
pantallas de esos camiones urbanos se han convertido en vía efectiva para
promocionarse. Para quienes ofrecen sus productos y servicios está ahí también
un nicho.
Me supongo que más que el monto
de la inversión es la seguridad lo que alienta al dueño del autobús a invertir
en colocarle una pantalla publicitaria, con la relativa certeza de que no se la
van a desmantelar en la primera vuelta. Pero si alguno de esos factores, o los
dos, no son satisfactorios, hay otras alternativas para sacarle provecho al
vehículo. Si existe la radio en el super, por qué los camiones urbanos se iban
a quedar al margen.
No hace mucho me tocó un camión
en que no había más sonido ambiental que la plática del chofer con un conocido
suyo. En lo que se iban poniendo al día de vida, obra y milagros, se escuchaba
“Ga….bzbzbz..Al…bzbzbz…En…bzbzbz…” Sílabas y alguna vocal en medio de un bzbz
que llegaba a ser molesto. Cuadras y cuadras en que el pasaje volteábamos a ver
unas bocinitas redondas colocadas al principio, en medio y al final del camión,
de donde salía el zumbido y aquel remedo de balbuceo.
Así, hasta que el amigo le
preguntó al chofer qué era ese ruido y esto lo hizo, y nos hizo a la luz: Al
dueño se le ocurrió colocar el sistema de sonido para ofrecer la transmisión de
anuncios a lo largo de la ruta, pero algo salió mal y en el primer rebote algún
cable se soltó y de la música y los comerciales sólo quedó el bzbz. El chofer
anticipó que ese mismo día, la unidad entraría a que le repararan el sistema,
pues el dueño había vendido ya varios anuncios.
Y si Usted tiene sed, hay
unidades en las que ya no tiene que esperar a que suba un vendedor para
saciarla. Ante sus ojos encontrará una hielera y un letrero con el comedido
mensaje: “para su comodidad esta unidad cuenta con venta de agua helada, te y
refrescos”. Bien dicen que los viajes ilustran, así sea en transporte urbano.
Muchas gracias por leer éstas
líneas y con ello hacer que esto valga la pena. Comentarios, sugerencias,
invitaciones, mentadas y hasta felicitaciones por favor en adosdetres@hotmail.com En Twitter en
@MarisaPineda. Por cierto, deberían vender libros en los camiones, de esas
colecciones al alcance de todos. Que tenga una semana de feliz trayecto.