miércoles, 6 de febrero de 2008

A dos de tres

Marisa Pineda

(Y-es-que-te-quiero-o-o, beibi te quie-ro-o-o, desde que-te-he-co-no-ci-do-yo-vi-vo-tan-fé-liz)
Si, vengo cantando contra mi voluntad. Tardé, prácticamente, todo enero en desprenderme del sonsonete ese que escuché en diciembre, pero parece que lo eligieron el fondo musical oficial para este 14 de febrero. ¡Ah! pues ahí tienen, que de nuevo pesqué la cancioncita y no logro deshacerme de ella. ¿Les ha pasado?.
A propósito de ¿les ha pasado?. Es común que uno se refiera a "los cuatro lectores", "los cuatro radioescuchas", "los cuatro televidentes", pero aquí si que podemos presumir de cuatro lectores y un cachito más, tomando en cuenta el número de correos que recibió adosdetres@hotmail.com, así como los comentarios que, por otras vías, nos compartieron sobre las revisiones en los aeropuertos.
Para quienes nos preguntaron si era cierto que el señor aquel llevaba un hoyo en el calcetín: sí, es totalmente cierto que el hombre quedó con su dedito bichi, expuesto frente a toda la bola de mirones. También es cierto que la de la letra formaba parte de los morbosos que estaba en el bando de los que querían, infructuosamente, parecer discretos.
Gracias a quienes nos compartieron sus experiencias en las revisiones en aeropuertos. Desde quien nos anticipa "ya te contaré una que me pasó en ese sentido" (que conste, pendiente) hasta quien reconoce que la petición de quitarse los zapatos le molestó tanto,que, ya enojado, contestó "y no quiere que también me baje los pantalones" uniendo la acción a la palabra.
Ahora dejen les cuento lo que me pasó en ese mismo esculque donde estaba el señor del hoyo en el calcetín. Ahí tienen que la Marisa pone en la cajita de plástico toda la herrería (aretes, pulseras, collares) y le dicen "también el cinto", ¡ah! caray, -dice- no me habían pedido que me quitara el cinto... va también el cinto. Coloca en la banda su bolsa de mano, la bolsa con regalos y compras, el abrigo, cruza por el arco detector de metales y piiiiit. ¿Y ora? piensa la Marisa, para cuando se acerca el guardia, la de la letra ya tiene la respuesta al pitido chismoso: son las hebillas de las botas, ¿quiere que me las quite?. El guardia acerca el detector portátil, lo coloca en dichas hebillas y piiiiit. Efectivamente, eso era. "No, pásele" dijo el oficial. Ya una vez sentada en el avión, la Marisa recuerda que tiene la costumbre de ponerle talco hasta a los huaraches, de forma tal que sus pies queden más blancos que una cucaracha de panadería. Sólo hasta entonces cae en cuenta que si le hubieran dicho "sí, quíteselos" ahí estuviera todavía esperando a que los perros dejaran de oler sus pies y los guardias terminaran de analizar sus botas.
Y-es-que-te-quie-ro-uo-o-. Dale con el sonsonete, va para largo, todavía falta para el 14. Entró febrero y los aparadores se plagaron de corazones rojos, de peluches y en las bocinas de los negocios Nigga es el rey con la cancioncita de marras, que supongo se llama "Y es que te quiero", no puede ser de otra forma, si no dice nada más.
No cabe duda que el amor vende. Eso del Día del Amor y la Amistad es un jit. Si hiciéramos un conteo de los cinco objetos más comerciales para el 14 de Febrero, ¿que estaría en primer lugar?. Se me hace que los chocolates.
A lo mejor me gana el vicio que tengo en ellos, pero creo que el número uno serían sin duda los chocolates. El 14 de febrero el chocolate se viste de rojo y se convierte en paleta en forma de corazón. Si viene en caja o dentro de tazas (con corazones dibujados, ¡por supuesto!) puede que conserve su tradicional forma cuadrada o de casi esfera, así como su original color. El elegir el momento más pobre de la quincena para festejar el Amor y la Amistad ha convertido a las paletas de chocolate en una salida airosa para quedar bien ese día. Entregar la paleta con la mejor sonrisa, una mirada brillante y decir "es un detallito" es un clásico.
En segundo lugar propongo los peluches, casi siempre en figura de oso, preferentemente blanco o café claro. Estos animalitos suelen presentarse sentados, con un moño rojo al cuello y/o un corazón entre las patas delanteras. El corazón es invariablemente rojo con el letrero I love you impreso. Si no sabe inglés no importa, por mera deducción uno sospecha que dice algo bonito. A diferencia de los chocolates, que tienen una especie de tamaño estandar, los osos van desde las miniaturas tipo llavero a los que ocupan media banqueta. El tamaño del oso no necesariamente es igual al tamaño del aprecio, pero si del precio y de las ganas de apantallar. Un consejo: antes de comprarle al objeto de su amor un oso de esos, tome en cuenta en dónde lo va a poner, de ello dependerá que tan bien recibido sea por el resto de la familia. Aqui, el tamaño sí importa.
En el número tres estarían los globos, los metálicos, "de gas" como decimos los de mi generación. En este rubro las opciones son tantas que lo pueden llevar a uno a dudar. Están esos chiquititos que vienen adheridos a un palito de plástico. Los que compran estos globos tienen menos de donde elegir porque casi todos son redondos con un I love you impreso, el I love you en letra pegada, si el objeto del afecto no sabe leer letra pegada va a tener que poner a trabajar la intuición para no tener que preguntar "que dice".
Luego están los globos medianos, grandes y los muy grandes. Aire embolsado en forma de corazones, animales y personajes de moda conviviendo armoniosamente de la mano del vendedor. El tamaño y la cantidad dependerán del poder adquisitivo que se tenga para el 14 de febrero. Para los asalariados quincenales no es el momento de mayor solvencia, que se diga.
En el cuarto lugar estarían las flores. Cuando la de la letra estaba plebe las flores eran naturales. Para los menos pudientes, pero que no querían ser menos, estaban los arreglos a base de claveles, pompones y dos que tres crisantemos. Le seguían los que tenían no más de tres rosas colocadas estratégicamente entre claveles y pompones; de ahí los que eran de puras rosas. N'ombre, en mi barrio la que recibía un adorno de puras rosas, luego luego lo ponía justo en la ventana, como no queriendo la cosa, para presumir. Un arreglo de esos subía el reiting como no se imagina.
Ahora las flores han cambiado, para el 14 de febrero las rosas artificiales dan una dura pelea a las naturales. ¿Le ha tocado ver unas que traen hasta luz y musiquita?. Son unas rosas de seda cien por ciento sintética, las aplasta y prende una luz color marquesina teibolera, a la vez que se escucha un pitido que mal asemeja el sonido de un piano. Menos mal que Beethoven murió sordo, estaría revolcándose en su tumba de oir Para Elisa en versión rosa de seda.
El quinto lugar podrían competirlo los perfumes, la ropa interior sexy, una cena romántica, una tarde motelera o una ida al cine, pero no; en el quinto lugar esta: el sushi. Ese platillo que los culichis hemos adoptado incorporándole chilorio, aguachile y tres variedades de queso.
El 14 de febrero no hay en toda la ciudad un establecimiento de sushi donde encuentre una mesa disponible sin tener que hacer cola u olvidar que es el Día del Amor y la Amistad, al pelearse con alguna (casi siempre somos las mujeres) que le quiere agandallar la mesa.
De este Top Cinco, esta su amiga se queda con los chocolates, los globos metálicos y las flores naturales, existe en ellos tres una conexión directa y permanente con mi ánimo. Lo confieso: los chocolates, los globos de gas y las flores naturales me hacen muy feliz.
Usted ¿con cuales se queda?.
Ahora va la sección de recomendaciones. ¿Le gusta el fútbol? El amigo Poeta tiene un blog sobre ese deporte. Los que dicen que saben aseguran que el blog es muy bueno. Los que no sabemos decimos que es ameno y didáctico, la dirección es http://lapelotaelcorazondelaire.blogspot.com
Comentarios, avisos, mentadas, invitaciones y demás por favor al correo adosdetres@hotmail.com
Muchas gracias por leer estas líneas y con ello hacer que esto valga la pena. Que tenga una excelente semana.