miércoles, 6 de febrero de 2008

A DOS DE TRES

Marisa Pineda

Nobleza obliga. Este espacio inicia con agradecimientos: a Jorge Luis Téllez por la amistad y la hospitalidad en las páginas que dirige. A Jesús Sarabia por la confianza, el ánimo, la complicidad y la amistad que crece. A usted, que tiene la amabilidad de leer estas líneas y con ello hace que esto valga la pena.
"Niña, dile a los señores como te llamas", ordenaba mi abuela -hace ya un buen de ayeres- con un tono suave, que contrastaba con su mirada de "¡ay! de ti que no te presentes porque en cuando se vayan te tundo". Mi abuela se fue a rendirle cuentas al Creador desde endenantes, pero en este momento se me figura que esta viéndome con aquellos ojos que les platico. Así que permítanme me presento, no vaya a ser que en la noche me jale los pies.
Me llamo Marisa Pineda, soy del mero Sinaloa. Adicta a los chocolates. Fanática de la lucha libre. Con un marcado gusto por el café, la comida chatarra (la sana también), el vino blanco, las flores, leer, la música y los viernes. También por ver televisión. En la cartelera cinematográfica la simpatía se inclina por las películas con final feliz. Creo en el poder de la fe y soy peligrosamente despistada.
Como notó, la afición por la lucha libre inspira el nombre a este espacio. A dos de tres caídas se disputan la mayoría de las luchas. A dos de tres caídas, sin límite de tiempo. A dos de tres caídas sin empate y sin indulto. A dos de tres caídas, como muchas luchas en esta vida.
"A dos de tres" es un espacio especializado en generalidades, en intrascendencias y asuntos que a nadie le importan, pero que ¡ah! como sirven para romper los silencios incómodos que se incrustan en las pláticas. Como luego dicen: el saber no ocupa lugar.
Quien les escribe pertenece a una generación privilegiada. Nos tocó ver el cambio de siglo y, por si ello fuera poco, del milenio. De la era de los pedales y las palancas pasamos a la del botonazo. Del teléfono de disco al fax y de ahí al internet. Los amigos por correspondencia se convirtieron en amigos por correspondencia electrónica y asi una interminable cadena de asuntos.
Como no son horas de ponernos nostálgicos vamos a dejar el recuento estacionado en los 80 (¡Ay moda! cuantos desfiguros cometimos en tu nombre). Década cuando el cine nos entregó a la máxima heroína que la cultura popular ha engendrado hasta hoy en este país: Lola la trailera.
Para quienes no conocen la historia, es así: Hija de un trailero, Lola tiene que hacerse cargo del negocio cuando su padre es acribillado, tras descubrir que desleales empleados usan sus camiones para transportar droga. En lo que la huérfana recorre los caminos en su trailer blanco, aprovecha para investigar y dar con los responsables de la muerte del papá. Aclaramos; Lola no quiere venganza, quiere justicia. En eso, conoce a un honrado agente policiaco que la apoya para encontrar y castigar a los asesinos. Se enamoran, se hacen novios y juntos protagonizan, a partir de ahí, “Vuelve Lola la trailera” y “Lola la trailera contra el trailer negro”. La trilogía convierte a Rosa Gloria Chagoyán, quien encarna al personaje, en heroína de la cultura popular.
Las películas de la trailera pueden ser más malas que un licuado de leche con sandía, pero si a alguien se le ocurriera hacer su Liga de la Justicia con heroes mexicanos, junto a El Santo y El Pantera, la única mujer con méritos suficientes para alternar con ellos es Lola la trailera.
Con los 90's llegó también el entonces llamado "Nuevo cine mexicano", los temas de las películas cambiaron drásticamente. Las nuevas propuestas cinematográficas, aunadas a un problema de salud de la protagonista, llevaron a Lola a estacionar su trailer en el garage de la historia.
Pero como en la industria del entretenimiento todo se recicla, Lola la trailera regresa.
Si. La Chagoyán ya mandó a enchular la máquina para protagonizar “Vuelve Lola la trailera”. Ahora no va al cine, sino a la pantalla chica, en un serial de televisión que iniciará en abril, en la televisión americana.
Manejando su trailer (¿volverá a ser blanco? ojalá lo pinten de rosita con plateado) Lola luchará ahora por los derechos de los latinos en la Unión Americana, defenderá a los paisanos subempleados en labores que los gringos no quieren realizar y estará presta a auxiliar a los indocumentados acechados por la border patrol.
Así como El Pantera resurgió de entre las revistas de viejo, Lola sale de entre las latas de cinta. Volveremos a escuchar el estribillo aquel “Lola, Lola la trailera, la reyna de los hombres y de la carretera…Lola, Lola la trailera, bella flor de carretera”. (¿De quien era la música incidental de la película?... ¿Era del maestro…..! ¡Naaaah!. Vamos a corroborarlo antes de decir nada, no vaya a ser que la memoria nos juegue una mala pasada).
¿Cómo la ve?.
Antes de irnos, van los comerciales. Como toda columna que se precie de ser seria, aquí también hacemos recomendaciones y ahí le va: ¿ya visitó El Miradero?, ¡Uy! no sabe de lo que se ha perdido.
En la dirección adosdetres@hotmail.com se reciben comentarios, sugerencias, preguntas, felicitaciones, mentadas, invitaciones, etcétera.
Muchas gracias por su atención y con ello hacer que esto valga la pena. Que tenga una excelente semana.