lunes, 19 de diciembre de 2011

Recomendaciones decembrinas



Marisa Pineda

Para cuando estas líneas salgan a la luz estaremos entrando a la segunda etapa del maratón Guadalupe-Reyes, ya para entonces varios estarán en la zona de las asistencias acusando los estragos físicos de las posadas; o bien los daños sicológicos que deja tratar de entrar a cualquier banco o cajero permanente a realizar algún movimiento.

Para entonces, los de A dos de tres estaremos de vacaciones, Dios mediante, no nos leeremos hasta el año entrante. Antes de irnos extenderemos una serie de invitaciones, las cuales pueden ser en el orden que guste. Ahí vamos.

Por Usted y por nosotros si se emborracha no maneje. Lamentablemente la frase “Si toma no maneje y si maneja no tome” sigue vigente, aún con lo trillada. Si al caminar tiene que ponerse de lado para poder llegar a su destino, porque en línea recta no más no resulta; si al demostrar que no anda alcoholizado se le escucha “ando bien, ando bien, shi ashí es como mejor man-man-manejoo”, mejor que alguien le haga el favor de llamarle a un taxi.  No es que nos pongamos moralinos, lo que pasa en que en A dos de tres no queremos perder a ni uno de los cinco lectores que tenemos.

Si va a una reunión y le gustó la comida,  felicite al cocinero, al anfitrión y por caridad de Dios deje la autoflagelación para la cuesta de enero. Si decidió echarse al plato pavo, relleno, pasta, puré de papas y/o de manzana, dos cuernitos, ensalada con bombones, camarones, frijoles puercos, ponche de frutas y un pellizquito de cada postre cómalos, celébrelos, disfrútelos sin decir a cada bocado ¡Ay! voy a pecar, ¡Ay! estoy comiendo mucho. Nadie le obliga a servirse de más. Coma hasta donde quiera y lo que quiera y deje la autoflagelación para otro momento, porque en éstos es de mal gusto y resulta hasta ofensivo para quien invirtió tiempo y dinero para darle la atención que se merece.

No abuse del karaoke. Tenga presente que el karaoke es un instrumento diseñado para que todos se escuchen mal al cantar, hasta el mismísimo Pavarotti se ha de haber oído del carajo en el karaoke. No le haga caso a la puntuación que aparece, ni crea que porque el aparato le dio una calificación de nueve Usted es la estrella que andan buscando en la siguiente etapa de La voz México. Esa calificación es como sacar un número en una tómbola, no se la crea; ni crea que porque ahora sacó un siete con el siguiente destrozo melódico el número será mayor. Paquita, Jenny, LuisMi, Chente y Juanga sólo hay uno y no es Usted. De cantar en inglés allá Usted sabe, pero le anticipo que tampoco es Justin Bieber y menos Celine Dion interpretando el tema de Titanic.

Si la pachanga está ambientada y en la pista el bailongo no cesa al ritmo de Para amanecer bailando, ni-se-le-ocurra poner Amor eterno.  Son muchas las veces que el Dj pone esa pieza como preámbulo al momento romántico o en lo que sirven la cena. ¡Error! La rola lejos de invitar al romanticismo o alentar el apetito, tiene efectos totalmente contrarios. La canción es bellísima, nadie lo discute, pero ponerla en una fiesta equivale a clavarle un picahielo a un brinca-brinca.

En la Noche Buena, antes de que  Santa Claus pase a dejar los juguetes a sus hijos acuérdese que el Santa no incluye baterías en el surtido de cartitas. Santa cumple con los juguetes, las pilas son por cuenta de la casa. Reviva su niñez y la impotencia que daba el gusto de haber recibido el juguete anhelado y no poderlo usar porque no incluía pilas, en la casa no había y estaba todo cerrado. Es cierto que ahora hay minisúper por doquier, pero como en el comercial: juguete 500 pesos, empaque 50 pesos, ver a tu hijo al borde de la lágrima porque no incluye baterías y sin ellas no funciona eso no tiene m… precio.

Si Usted es de esas personas que suele recibir el Año Nuevo disparando al aire recuerde que todo lo que sube tiene que bajar y cada año las balas perdidas dejan muertos y heridos. A causa de esas balaceras más de uno hemos tenido que dejar en desuso algunas tradiciones que implican salir a la intemperie; como dar la vuelta a la manzana maleta en mano, barrer la banqueta con escoba nueva e incluso algo tan simple como ir con los vecinos a dar el abrazo. A cambio, al acercarse la medianoche nos resguardamos en la parte más segura de la casa y recibimos el nuevo año diciendo “oí, eso qué fue” al escuchar sonar las armas de diversos calibres. Ya no lo verán mis ojos, pero ojalá llegue el día en que en Culiacán el brillo de las luces de bengala desplace el sonido de las armas.

De gracias a Dios, a la Vida, o a aquello en lo que quiera creer por estar aquí y ahora. El 2011 ha sido un año difícil para los de A dos de tres. En su transcurso compartimos el dolor de nuestros amigos que perdieron seres queridos y vivimos el propio cuando de manera artera nos arrebataron un amigo a quien no ha habido día que no recordemos. Demos gracias y preparémonos para el 2012, con ánimo pero sobre todo con actitud.

Muchas gracias por leer éstas líneas y con ello hacer que esto valga la pena. Ya sabe, comentarios, sugerencias, invitaciones, mentadas y hasta felicitaciones en adosdetres@hotmail.com y en Twiter (¿qué tal?, eh) en @MarisaPineda

Que tenga una semana de celebración.

(PD: Don Autoridad ¿cuántos inocentes cayeron a manos de la delincuencia? ¿Hubo ya justicia para alguno de ellos? más allá de la Justicia Divina. ¿Con qué cara les dirá a esas familias Feliz Navidad? Porque si le apuesta a que el olvido termine de sepultarlos, error: no se nos olvida.)