A dos de tres
Marisa Pineda
Tan bien que íbamos. El canal de noticias de uno de los principales consorcios mexicanos durante todo el viernes informó puntualmente de la situación que dejó el tsunami y el terremoto que afectó a Japón. La cobertura siguió paso a paso tanto lo que ocurría en Japón, como en todos los países donde se emitió alerta de tsunami, comenzando por el nuestro. El equipo de noticias no dejó punto del Pacífico mexicano sin cubrir. Así fue desde las primeras horas del viernes hasta a eso de las 20 horas, tiempo del centro de México, en que la Secretaría de Gobernación levantó la alerta. Y mientras se levantaba la alerta en México otro canal del mismo consorcio, en chiste cruel transmitía: Godzila 2000.
Es verdad que cada país, cada estado, cada municipio y así hasta llegar a cada casa, tiene sus propios problemas, alegrías y tragedias. Sin embargo, cuando la naturaleza se hace presente de la forma en que lo hizo en Japón nos recuerda la fragilidad del ser humano y de sus obras. Nos hace pensar qué hubiéramos hecho si tal catástrofe nos hubiera ocurrido a nosotros y tan sólo de imaginarlo llega la solidaridad, por lo menos en sentimiento. Pero ese sentimiento no siempre logramos expresarlo de la mejor manera y queriendo decir una cosa, sale otra.
Y cuando el desliz ocurre ahí están los medios de comunicación y las redes sociales para dar cuenta de ello. Ejemplos contundentes son: Vicente Fox, en cuyo sexenio se popularizó la frase “lo que el presidente quiso decir”, a la cual tenía que recurrir continuamente su vocero para enmendarle la plana; y Ninel Conde, actriz y cantante quien hace cuatro años, cuando ocurrió el tsunami en Indonesia expresó ante las cámaras “que feo lo del surimi”.
Pues al “Bombón asesino” como le apodan a Ninel Conde (en alusión al título de su único “éxito” musical, con el cual logra dar conciertos completos) se suma ahora la también actriz, cantante y compositora Dulce María, quien al enterarse de la catástrofe ocurrida en Japón abrió su cuenta de “tuiter” y desde lo más profundo de su corazón escribió muy inspirada: “como un tsumani (sic) en Japón, puede hacer que tus olas me revuelquen el maldito corazón”.
Como onda expansiva, en menos de una hora lo dicho por la juvenil estrella mexicana se convirtió en uno de los temas más buscados en la internet, y generó en dicha red social una competencia de sarcasmos que no dejaron hecho noticioso nacional o internacional sin que fuera tema de escarnio. De lo más sano que se escribió fue “tu amor me deja sin palabras, como Anthony Hopkins cuando le preguntan Juai da rito”.
Aquella especie de concurso del más ácido humor cruel provocó que para la noche del mismo viernes, la artista (que en su cuenta registra 814 mil seguidores, frente a 501 mil 725 de Felipe Calderón, por poner una referencia) expresara una disculpa y aclarara que su intención jamás fue mala, que quería poner algo romántico, pero todo salió mal. Y sí. Es el riesgo que se corre cuando uno abusa del romanticismo prefabricado que sacrifica la coherencia en aras de la rima y, no conforme con ello, también quiere hacerse pasar por intelectual (intelecual, dijera un amigo).
Mientras eso ocurría en la red social, en la pantalla chica el consorcio televisivo de San Angel, al cual pertenece la rutilante estrella de corazón revolcado por las olas (tso!, ella dijo) no se quedaba atrás. La noche del viernes en su canal de noticias daba a conocer que Gobernación recién había levantado la alerta por tsunami en las costas nacionales; que brigadistas mexicanos partieron rumbo a Japón para apoyar en las labores de rescate y que la nueva emergencia de Japón era la alerta en dos de sus plantas nucleares ubicadas en Fukushima.
Eso, en el canal de noticias, pero en otra de sus señales abiertas el gigante de la comunicación en México proyectaba el clásico del cine catástrofe Godzilla. En un canal estaba el conductor de noticias expresando su solidaridad ante la tragedia y en el otro el legendario dinosaurio mutante de origen radioactivo destruía Japón en Godzilla 2000.
Cierto es que la película de marras ya estaba anunciada, pero ¿a poco no podían haberla cambiado por Mi pobre angelito o alguna de las tantas de Harry Potter que pasan por lo menos una vez cada mes? En A dos de tres para pronto le aclararon a la de la letra: ni te esponjes, ya estaba programada. Y la de la letra insistió: pero en toda programación hay plan de contingencia, y también en la televisión hay criterio. Pero casi enseguida la de la letra reflexionó en la televisión abierta, en nuestro país ¿lo hay?
Muchas gracias por leer éstas líneas y con ello hacer que esto valga la pena. Por favor, comentarios, invitaciones, sugerencias, mentadas y hasta felicitaciones en adosdetres@hotmail.com
Que tenga una semana libre de monstruos.