A dos de tres
Marisa Pineda
“¿Dónde hay un lugar para ir a bailar, a divertirse?”
Eso es lo primero que pregunta Santo, el enmascarado de plata al llegar a equis lugar en Sudamérica, en la película “Santo en el misterio de la perla negra”, cinta que se filmó y estrenó en 1974 y en la cual muestra su lado carnal al presenciar un striptease.
Como Usted sabe a la de la letra le apasiona la lucha libre (y los temas que de ella se desprenden) y no podía pasar desapercibido el borlote que armó El Hijo del Santo al anunciarse en México el estreno (a cuarenta años de haberse filmado) sin censura de El vampiro y el sexo en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara. La cinta pasaría como una película más de no ser porque en ella hay desnudos totales de mujeres vampiro, y si bien el héroe popular no aparece en las escenas fuertes en general la cinta alcanza la clasificación de porno suave. ¡Uy!
El vampiro y el sexo es la versión alterna de Santo en el tesoro de Drácula, película que se realizó en 1969 bajo la dirección de René Cardona. No obstante su veto en México, El vampiro y el sexo se proyectó en el extranjero, como da cuenta Álvaro Fernández en su libro Santo el enmascarado de plata: “El vampiro y el sexo, catalogada como soft porno. Era privada al público nacional y se exportaba a otros países para proteger la integridad social, las buenas costumbres y la imagen del personaje que resguarda el bien, la moral y los valores occidentales cristianos”.
Pero la participación del enmascarado en cintas no aptas para menores de 18 años parece no restringirse a El vampiro y el sexo sino que podría haber de tres a cuatro películas más en ese mismo tono, según declaró Viviana García Besné, sobrina nieta de Guillermo Calderón Steel productor de dichos filmes. García Besné explicó que podrían ser versiones alternativas de películas que en su momento se estrenaron para toda la familia y de las cuales se grabaron escenas audaces para luego insertarse en la versión adulta.
No obstante los desnudos totales y las escenas audaces de El vampiro y el sexo, ya en otras cintas filmadas entre 1969 y 1974 el Santo muestra su lado erótico, Tal es el caso de Santo y Blue Demon contra los monstruos cuando lleva a su novia, en su autito, a un paraje solitario fuera de la ciudad, con propósitos cachondos. El detalle es que en otras escenas repite el numerito ya no con la novia, sino con más de una amiga (ahhaha! pillín).
Retomando el libro de Fernández Reyes, este cita: “En Santo en el misterio de la perla negra (Fernando Orozco, 1974) se verá verdaderamente libidinoso al presenciar un strip; en la misma película al llegar a algún lugar de Sudamérica lo primero que pregunta es ‘¿dónde hay un lugar para ir a bailar, a divertirse?”.
Como puede notarse en su filmografía, Santo el enmascarado de plata, el personaje de la pantalla grande, evolucionó y llegó a incursionar en terrenos muy osados para su tiempo y, sobre todo, para la talla de ídolo que mantiene.
Tanto en la historieta como en el celuloide Santo se mantuvo como ejemplo la lucha entre el bien y el mal. Encarnando al bien supo vencer a villanos de este y de otros mundos, a la mafia, a los secuestradores, a objetos que cobraban vida (desde hachas hasta pelucas poseídas que intentaban ahorcar a la chica guapa) y también venció a las tentaciones.
Sí, porque Santo logró vencer a aquellos que intentaban sobornarlo y a las que intentaban seducirlo. No importa que las más voluptuosas embikinadas se le acercaran hasta casi robarle el aliento, el enmascarado de plata alcanzaba a verles los colmillos, descubría que eran vampiro y ¡nada! No sucumbía. Eso sí, al héroe le circulaba sangre por las venas y… pues… la noche oscura, la novia (y alguna que otra amiga) al lado, el auto pequeño, la calle sola, besos, caricias y… hasta ahí llegaba la escena para mantener las buenas costumbres y la moral que había jurado defender al recibir la máscara, allá por el año de 1603 (según la historia en Santo y el hacha diabólica).
Así fue hasta este 2011, en que el mito de las películas para adultos que protagonizó el Santo dejó de ser tal al anunciarse el estreno sin censura de El vampiro y el sexo, con un afiche de la época que muestra a una mujer con los senos desnudos y a Drácula acariciándole la barbilla con mirada castigadora como diciéndole te voy a comer.
Y en el afiche nos quedamos porque El Hijo del Santo amenazó con demandar si se exhibía la película de marras, publicó a tres caídas la historia de la película y dejó claro (por si a alguien le quedara duda) que el personaje del Santo, el enmascarado de plata “tiene dueño y no es del dominio público”, retomó el asunto de la propiedad de los derechos de autor (que le asiste) y acusó que sólo querían exhibir la cinta por el morbo de lo que el mismo califica como “escenas del principio del cine de ficheras”. El Hijo del Santo ganó la contienda.
La película no llegó a exhibirse como estaba anunciado, pero como suele decirse en la lucha libre “el que hace el candado hace la llave”, ya será en otra ocasión cuando conozcamos como fue el principio del cine de ficheras.
Muchas gracias por leer estas líneas y con ello hacer que esto valga la pena. Ya sabe, comentarios, sugerencias, mentadas, invitaciones y hasta felicitaciones por favor en adosdetres@hotmail.com
Que tenga una semana libre de tentaciones y amenazas.