lunes, 31 de enero de 2011

A dos de tres

Marisa Pineda

Respetable público. Luuuchaaarán a una sola caída con límite de tiempo. En esta esquina, un equipo que se distingue por su arrojo, un equipo en el que algunos de sus integrantes no dudan en traspasar la línea que separa la valentía de la imprudencia, tratando de imponerse a sus adversarios, por el baaandooo técnico: Looos Peatones. En esta otra, superándolos notoriamente en tamaño y en velocidad, pooor el baaando rudo: Loos Automovilistas. Recordamos al respetable público que esta es una caída pactada a 15 segundos. Sin empate, sin indulto, sin piedad. Piiit, piiit, piiit…

Y en vez del conocido campanazo, la lucha comienza con el “pollito” como ha bautizado el de a pie al sonido de los semáforos peatonales, sonido que si bien tiene como fin orientar a ciegos y débiles visuales no amplía el escaso tiempo de que se dispone para alcanzar el otro lado de la acera.

Piiit, piit, piit… tres segundos se fueron ya porque dos de los rudos hicieron de las suyas. Los técnicos le responden a uno de ellos, al camionero urbano, con un coro de mentadas. El camionero saca medio cuerpo de su unidad y argumenta “voy tronado, gente” (reportan que adentro del camión, el second, El Garbanzo, apremia a su luchador “el checador, el checador, compa” refiriéndose a quien verifica la puntualidad en la ruta). Para el otro rudo no hubo mentadas, apenas miradas de soslayo. El Manual de Supervivencia del Culichi enseña que no debe recriminarse en voz alta al que circula en una camioneta de superlujo, con vidrios oscuros y una placa que dice Once, en alusión al modelo. A ese tipo de rudos el peatón les grita hasta de lo que se van a morir (literal)… pero lo hace para sus adentros.

Ya con tres segundos menos continúa el cotejo. En los técnicos hay descontrol. El semáforo se ha quedado parpadeando en la marca de los nueve segundos, se trabó. El tiempo no se detiene, el “pollito” lo confirma, pita cada vez más rápido indicando que el final está cerca. Pero, ¿Cuánto falta para que terminen los 15 segundos? ¿Cuánto dura el tiempo, cuanto? Piit, pitpiit

En medio del descontrol los técnicos empiezan a fallar, se golpean entre sí. Los estudiantes que van en solitario emplean sus mochilas para ganar espacio y adelantar el paso. Las preparatorianas que van en grupo gritan como “banshee” (esas hadas de la mitología celta que con sus chillidos penetrantes anunciaban la muerte) asustando a los demás, abriéndose paso. La señora que lleva de la mano a un niño decide rápidamente si lo carga o lo arrastra, opta por arrastrarlo (hay más posibilidades de sobrevivir a un brazo dislocado que a un atropellamiento). El señor que cruza penosamente saca juventud de su pasado y aprieta el paso.

Los rudos están ya sobre la raya blanca. Ellos tampoco saben cuánto falta para completar los 15 segundos, pero se preparan, buscan sacar ventaja invadiendo cada vez más la franja por donde cruzan los técnicos. A cada pitido del peatonal le sigue un acelerón o un claxonazo. El tiempo se agota.

Fue por allá en Londres, por el año de 1868, cuando J.P. Knight, un ingeniero, diseñó el primer semáforo, inspirado en los aparatos para regular el tráfico ferroviario. Confieso desconocer cuándo se instaló el primer semáforo en Culiacán, pero si sé que del año que haya sido a la fecha pareciera que lejos de contribuir a la sana convivencia entre peatones y automovilistas, hubiera ensanchado la brecha entre ambos, polarizando una lucha desigual.

Si mi mala memoria no falla, habrá sido por allá a ¿inicios? de la década de los 90 cuando se instalaron los primeros semáforos peatonales en Culiacán. Como nadie los respetábamos, se integró una policía vial para enseñarnos a cruzar las calles. Eran recién egresadas de diversas carreras profesionales a quienes los comunes llamamos “las del monito verde”, en alusión a su indicación “hay que cruzar cuando se ponga el monito verde”.

Cuando advirtieron que multarían al peatón que no respetara el semáforo surgieron las bromas a sus expensas ¿Cómo le van a hacer si no traen patrulla, lo corretearán a uno?, a falta de tarjeta de circulación y licencia ¿nos quitarán un zapato? Al tiempo, las del monito verde supieron ganarse el aprecio y el respeto del peatón, que compartía su enojo e indignación cuando un patán motorizado las nalgueaba al pasar.

Ese aprecio quedó demostrado cuando, en un desfile por el aniversario de fundación de Culiacán, el contingente más aplaudido y ovacionado durante todo el trayecto fue el de Las del Monito Verde.

El trabajo de las del monito verde rindió frutos. Aprendimos a respetar las luces del semáforo peatonal, de tal forma que cuando alguien pretendía ignorarlas se ganaba una rechifla. Luego vinieron los “semáforos inteligentes”, los que están hoy en día. Presentados con bombo y platillo, en los hechos resultó que el coeficiente intelectual de los aparatejos no es tan alto como nos dijeron.

Para empezar, no todos indican cuanto tiempo falta para cruzar; de los que lo indican, otros tantos se traban. Algunos los colocaron de forma tal que si quiere cruzar la calle de oriente a poniente, debe buscar la luz peatonal en un punto localizado hacia el suroriente porque para allá apunta. Y todos, absolutamente todos los semáforos peatonales sobre la avenida Obregón (la principal arteria de Culiacán) conceden al peatón hasta 70 y tantos segundos para cruzar por donde la confluencia no mide más de diez metros, y apenas 15 para hacerlo por donde la distancia es el doble.

Los semáforos inteligentes han contribuido a fomentar la lucha entre peatones y automovilistas, y esa lucha ha traído una nueva generación de policías viales. Ya no son las del monito verde, son las del alto, traen en sus manos un gran letrero que dice “alto” y se plantan para enseñar al automovilista que cuando el semáforo se pone en luz roja deben detenerse antes de la raya blanca, no sobre la raya blanca, ni a plena mitad del crucero.

Pero en lo que rudos y técnicos aprendemos, la lucha continúa. Sin empate, sin indulto, sin piedad, con límite de tiempo, a 15 segundos y ya van… ¡ups! mugre semáforo, se volvió a trabar.

Muchas gracias por leer estas líneas y con ello hacer que esto valga la pena. Ya sabe, comentarios, sugerencias, invitaciones, mentadas y hasta felicitaciones por favor en adosdetres@hotmail.com

Que tenga una semana libre de rudeza innecesaria.

lunes, 24 de enero de 2011

A dos de tres

Marisa Pineda

¡Yiiugh! Por más que intento no lo consigo. La felizología es para mí como el aceite de hígado de bacalao (¡guácala!), simple y francamente no me pasan.

De inicio esta columna sería sobre la próxima presentación de Los Tigres del Norte en el canal de videos musicales por excelencia: MTV. Leyó bien: los de Rosa Morada, Mocorito, (Sinaloa) van a estar en el canal que hizo historia al motivar al mundo a ver la música, en un especial que se llamará “Los Tigres del Norte and Friends: MTV Unplugged” a grabarse entre este enero y marzo, teniendo entre los invitados a Juanes, Calle 13, Andrés Calamaro y a Zack de la Rocha, del grupo Rage Against the Machine. Ecléctico el elenco.

Pues ahí me tiene entusiasmada tundiéndole a la tecla sobre dicho especial, luego del cual a Los Tigres del Norte sólo les faltará hacer la banda sonora para una película y ser nominados al Oscar. Han logrado prácticamente todo lo que se puede lograr en la música, quizás entre sus pendientes sólo este: tener un Los Tigres del Norte sinfónico y la nominación al premio Oscar. Por lo demás, creo que han alcanzado prácticamente todo.

Ahí estaba anotando aquí, añadiendo allá, cuando un nuevo converso a la felizología se hizo presente. Tan contenta que estaba y tan de malas que logró ponerme con sus frases emanadas de la “fuerza interior”, desatada por uno de los tantos agiotistas de la autoestima, cuyos libros abarrotan los anaqueles de librerías y tiendas de autoservicio. Fórmulas mágicas que a los primeros en hacer felices son a los autores y editores de tales manuales, por las altas ventas que generan.

Reza el dicho que quien no conoce a Dios a cualquier barbón se le hinca, y ahí tiene a miles de creyentes consolidando los imperios erigidos por los sumos pontífices de la autoayuda, quienes en sus guías indican los pasos a seguir para alcanzar un concepto de felicidad redefinido bajo sus propias reglas, y ¡ay! de aquel que no las siga porque simple y sencillamente no es, ni puede considerarse, una persona feliz.

Particularmente prefiero las frases sarcásticas sobre la felicidad y sus derivados a las endulzadas con azúcar baja en calorías. Me agradan más las del tipo “Dios mío dame paciencia pero dámela ya” y “Si un día quien amas te es infiel y piensas tirarte al vacío recuerda que tienes cuernos no alas”, que el simplismo mal vestido de “El monje que vendió su Ferrari” o de la “Juventud en éxtasis”.

Para esto, el camino para encontrar sus “Zonas erróneas” y alcanzar su “Inteligencia emocional” hay que transitarlo solito y su alma porque la tal fuerza interior sólo Usted puede liberarla. Nadie, sino Usted puede “Despertar al gigante interior” (pronúnciese con tono de infomercial). No obstante, el trayecto de “El hombre en busca de sentido”, puede hacerlo amparado bajo la valiosa guía del “Padre rico padre pobre”, y con “La brújula interior” bien orientada.

Para que no haya reclamos por falta de equidad de género nosotras tenemos como ejemplo a seguir a las “Mujeres que corren con los lobos”, y nada de que “Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus”, al igual que los varones nosotras también tenemos que quitarnos “Las máscaras de los miedos” solas.

Y si bien las corrientes felizológicas al principio desdeñan el dinero (el dinero no es riqueza es tan sólo vanidad), una vez descubierto el Nuevo Yo hay que darle la vida que se merece. En esa nueva vida el dinero se revaloriza y se vuelve muy importante, más es mejor y mucho más es mucho mejor. Para lograrlo también hay fórmulas, que van desde los “21 minutos para alcanzar su prosperidad” hasta la revelación de las “Siete claves para ganar más dinero con su propio negocio”; la primera clave se me hace que ha de ser escribir un libro sobre cómo ganar más dinero (mera intuición).

Una vez encontrado el Nuevo Yo y alcanzado el éxito financiero, hay que trascender para completar el círculo, y que mejor que hacerlo encontrando el equilibro espiritual. Para ello también hay asesoría, ahí tiene “El arte de vivir espiritualmente” y un larguísimo etcétera.

Cuando la de la letra expuso que para ella las mejores historias de felicidad y de superación personal la dan las personas comunes, las que salen día a día a ganarse la vida honradamente para sacar adelante a su familia, las que no hacen de la adversidad justificación y pretexto para convertirse en delincuentes, las que pese a tener tanto en contra se mantienen fieles a sus principios, regalan una sonrisa y saben decir por favor y gracias (palabras de poder, Barney dixit). ¡Uy! Hubiera visto, ahí fue cuando se vino la retahíla de cómo debe vivirse la vida, de cómo debe ser el éxito y cómo hay que ser para ser feliz.

Ahí fue cuando me agodzilé, porque si toda esa monserga puede ayudar a más de uno a sentirse mejor consigo mismo, que bueno. Se respeta. Lo que incomoda es que alguien más intolerante que yo (que ya es decir bastante) imponga como único modo de vida y parámetro de felicidad, realización y éxito sólo aquello que aparece en la guía que leyó, descartando toda forma que no aparezca en su librito.

Pues ahí tiene lo que me puso de malas y llevó a dejar el tema farandulero (que como ha dado material esta semana) para mejor ocasión. Total, a falta de realeza en México tenemos farándula, muy útil para tender cortinas de humo y desviar la atención nacional de asuntos que no tienen para cuando darnos felicidad.

Muchas gracias por leer estas líneas y con ello hacer que esto valga la pena.
Comentarios, sugerencias, invitaciones, mentadas y hasta felicitaciones por favor en adosdetres@hotmail.com

Que tenga una semana feliz. Si tiene un traspié recuerde que ya hay “Caldo de pollo para el alma”.

lunes, 17 de enero de 2011

A dos de tres

Marisa Pineda

A lo largo de mi vida he recibido hartos desengaños, algunos apenas dan para anécdota, otros han dejado honda huella. Este es uno de esos, de los que marcan. Llevo días sintiéndome fuera de mi punto de equilibrio y no sé cuánto me llevará recuperarlo. Simplemente no me ubico como Leo luego de toda una vida viviendo en Virgo.

Todo a causa de Parke Kunkle. Miembro de la Sociedad del Planetario de Minnesota, al astrónomo Kunkle se le ocurrió soltar así, a bocajarro, que un movimiento en el eje de la Tierra alteró la alineación de los astros tal como la percibieron los babilonios, quienes trazaron cartas astronómicas y determinaron los doce signos del zodiaco.

Tras rayarle los cuadernos a los babilonios (la razón nunca está de parte del ausente y la civilización babilónica duró hasta el siglo V ¿o VI? antes de Cristo) Kunkle le siguió de frente y reacomodó los doce signos zodiacales para hacerle campito a un treceavo: Ofiuco.

Cual precaristas zodiacales, Ofiuco nos desplazó de un signo a otro para instalarse del 29 de noviembre al 17 de diciembre. Está representado por una serpiente, no por culebra sino porque la constelación del Serpentario hace alusión a los padres de la medicina, conocedores de venenos y contravenenos extraídos de serpientes. Hoy en día la medicina aún se representa por la figura de una sierpe.

Mientras en la página del maestro Parke Kunkle, profesor de Ciencias en la Universidad Técnica y Comunitaria de Minneapolis, aparecen comentarios como “este profesor es fantástico. Sus clases y sus presentaciones en power point son grandiosas. Pasaré observando las estrellas por el resto de mi vida”, hay otro bando que le dice “el nuevo zodiaco… apesta”.

En medio de la rebatinga, hay astrólogos que tomaron la delantera y ya definieron que los nacidos bajo el signo de Ofiuco son personas soñadoras, idealistas, con un instinto protector del prójimo. Son tenaces, con cualidades filantrópicas y humanitarias. Dicen que muchos de los nacidos bajo este signo son médicos, veterinarios, psicólogos o maestros.

Con tales atributos los de Ofiuco se antojan excelentes partidos, pero por más que revisé no encontré con cuales signos son compatibles. Así que si está por iniciar una relación formal o por contraer matrimonio con un Ofiuco considere ir posponiendo la fecha hasta no saber si los astros les favorecen. Caras vemos ofiucos no sabemos.

En vía de mientras, a la de la letra la pasaron a perjudicar porque la movieron de la casa de Virgo a la de Leo, y no tengo ni la menor idea de cómo comportarme. Póngase en mi lugar. Que va de ser signo de Tierra, analítica, crítica, perfeccionista y algo melancólica, a ser signo de Fuego. Generosa, apasionada y vehemente.

Pasé de no tener alma de líder y de vestir en forma discreta, a ser el centro de atención y a que me guste vestir ropa ostentosa y llamativa. Ya decía yo que ese impulso a dejar mi vestuario monocromático e incorporar colores (más allá del gris y el café) no correspondía a mi habitual forma de ser.

En el plano sentimental las cosas tampoco están del todo bien conmigo. Imagínese, como Virgo era compatible con Tauro, Libra, Escorpio, Capricornio y Piscis. Ahora, en mi nuevo papel de Leo, resulta que soy compatible con Aries, Géminis, Leo, Libra y Sagitario. Desde ya, cuando anote un nombre en el directorio tendré la prudencia de indicar su signo zodiacal, por si hay nuevos desplazamientos del eje de la Tierra, estar prevenida si vuelve a modificarse el zodiaco. No volveré a ser un signo cachirul.

Confío en que estos cambios sean para bien. Por de pronto, no volveré a incluir el 5 en los melates y adoptaré el 7 cual corresponde a esta nueva Leo. Mis accesorios con turquesas los reemplazaré por unos con ojo de gato, mi nueva piedra, y nada de que metal mercurio, mi nuevo metal es el ¡oro!

Afortunadamente no me dio por tatuarme el signo de Virgo, si no en que apuro estuviera ahorita haciéndole un “extrim meik over” a la Virgen para convertirla en León. En lo que hace a las camisetas, pijamas y demás trapos que dicen Virgo los pondré a la venta. Si Usted es de los nuevos en ese signo le doy precio.

Muchas gracias por leer estas líneas y con ello hacer que esto valga la pena. Ya sabe: comentarios, sugerencias, invitaciones, mentadas y hasta felicitaciones por favor en adosdetres@hotmail.com

Luego de un rato de ausencia, volví.

Que tenga una semana libre de ver “una mujer rubia que te lo está sonsacando”.